Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido hinchazón abdominal después de las comidas. Esta sensación tan común provoca una presión e incluso dolorosas molestias en la zona del abdomen que suele producirse por una acumulación de gases. Según los expertos, determinados hábitos favorecen esta inflamación de nuestro vientre que además resulta incómoda y desagradable.
Las malas digestiones, el consumo de bebidas gaseosas, las comidas copiosas, algunos alimentos o comer muy rápido son algunas de las causas que nos hacen sufrir hinchazón abdominal.
Para la mayoría de las personas, esta molesta sensación, que aseguran afecta a más mujeres que hombres, suele resolverse sola pasadas unas horas, aunque para otras puede convertirse en algo crónico o incluso en un problema que afecte a la calidad de vida.
Consejos para evitar la hinchazón abdominal
Según los expertos, podemos reducir o evitar la hinchazón abdominal siguiendo unos sencillos consejos:
- Comer despacio: la falta de tiempo y las prisas hacen que muchos nos veamos obligados a comer rápido, aumentando la cantidad de aire que tragamos. Este es uno de los mayores motivos que ocasionan hinchazón abdominal. Es recomendable comer despacio, con la boca cerrada e intentado hablar lo menos posible para no tragar más aire.
- Masticar bien: si comer rápido favorece la hinchazón, masticar poco los alimentos también. Cuanto más pequeños sean los alimentos que lleguen al estómago, menos trabajo tendrá y evitaremos los gases, la tripa hinchada y las digestiones pesadas.
- Infusiones: los expertos recomiendan tomar una infusión digestiva después de las comidas para aliviar y reducir las molestias de la hinchazón abdominal. La infusión de jengibre es una de las que ayudan a reducir el exceso de gas en el intestino. La manzanilla, la menta o el hinojo también son eficaces contra la tripa hinchada.
- Controlar el consumo de fibra: aunque la fibra es necesaria para favorecer el tránsito intestinal, en algunos casos un consumo excesivo puede favorecer la producción de gas y la hinchazón. Si eres propenso, es recomendable controlar los alimentos ricos en fibra.
- Reducir los alimentos que provocan hinchazón: existen numerosos alimentos en nuestra dieta que favorecen la distensión abdominal. Reducir su consumo nos ayudará a evitar tener la tripa hinchada. Entre ellos encontramos legumbres como las judías, verduras como el repollo, el brócoli o la coliflor, condimentos como el chile, la pimienta negra o la mostaza, y los cereales integrales.
- Evitar situaciones de estreñimiento: en la medida de lo posible, es importante evitar el estreñimiento, ya que la acumulación de heces en el intestino favorece la producción de gases.
- Evitar los alimentos altos en grasas: el cuerpo tarda más tiempo en digerir los alimentos altos en grasas, retrasando el vaciado del estómago. Esto puede ocasionar hinchazón abdominal en algunas personas
- Realizar algo de ejercicio moderado: es importante mantenerse activo para tener una vida saludable. Pero además, está demostrado que dar un paseo o activarse ayuda deshinchar la tripa.
- Evitar las bebidas con gas: lógicamente, hay que evitar el consumo de bebidas carbonatadas, ya que contienen gas que se puede acumular en el tracto intestinal causando hinchazón abdominal y dolor.
- Masticar chicle: si comer rápido hace que traguemos aire, masticar chicle también. Las personas propensas a la hinchazón deben evitarlo.
- Controlar el tamaño de tus raciones: las comidas copiosas provocan que el estómago tarde más tiempo en digerirlas ocasionando una molesta sensación de hinchazón. Es preferible hacer más comidas al día con menos cantidades, lo indicado son cinco, que comer demasiado.
- Descartar enfermedades o intolerancias: en algunos casos, la tripa hinchada es síntoma de alguna enfermedad como celiaquía o el síndrome del intestino irritable, o alguna intolerancia.