Dejar de fumar es uno de los propósitos de mucha gente cuando ve que el verano está a punto de terminar. Además de dejar ese hábito tan perjudicial para la salud, es conveniente seguir un estilo de vida saludable en el que se incluya el ejercicio físico, si es que aún no lo has hecho. Ya se sabe que dejar de fumar no es fácil y a muchos les cuesta unos cuantos meses terminar con esa adicción, les genera ansiedad y les provoca cierto nerviosismo. Por este motivo, es bueno incluir en tu rutina diaria si estás dejando el tabaco el ejercicio físico.
Como decíamos, dejar de fumar no es nada fácil, pero en el deporte podemos encontrar un fiel aliado para ayudar en esta compleja labor y conseguir un estilo de vida libre de humo y lleno de vitalidad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Causa más de ocho millones de muertes al año, de las cuales más de siete millones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,3 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno.
En este sentido, el ejercicio físico y el deporte no solo son fundamentales para mantener un cuerpo fuerte y en forma, sino que también pueden ser herramientas poderosas para superar esta adicción a la que se suman unos 460 jóvenes al día. Numerosos estudios han demostrado que la actividad física regular puede ayudar a reducir los antojos de nicotina y mejorar el estado de ánimo durante el proceso de dejar de fumar. Así pues, realizar ejercicio físico de manera controlada y constante reduce los niveles de ansiedad provocados por dejar de fumar al mismo tiempo que suaviza los síntomas provocados por el síndrome de abstinencia.
Incluye deporte si vas a dejar de fumar
¿De qué forma podemos incluir en deporte en nuestra rutina diaria si estamos intentando dejar de fumar? “Deberemos de hacerlo de una forma personalizada y progresiva. Lo ideal es comenzar por sesiones de unos 20 minutos máximo en los que haremos trabajo cardiovascular de forma suave como caminar, montar en bici o elíptica”, explica Daniel Galindo, Experience & Innovation director de VivaGym Group.
Esta práctica tiene que ser siempre controlada y sin exceder en intensidad, por lo que evitaremos las pendientes pronunciadas si elegimos el ejercicio al aire libre. “Puedes comenzar con tres sesiones de 20 minutos la primera semana para ir añadiendo minutos a tus sesiones hasta que podamos realizar de forma cómoda 45-50 minutos, momento en el cual podremos aumentar la frecuencia de entrenamientos con hasta 5 días por semana”, añade el experto.
¿Qué pasa con el aumento de peso? “No vamos a negar que existen evidencias de que dejar de fumar puede implicar, en algunos casos, un aumento de peso, por ello, debemos establecer un plan de choque: intenta incluir mucha más fruta y verdura en tu dieta así como abundante agua y evitar en la medida de lo posible los alimentos procesados. Si consigues combinar esto con alguna sesión de fuerza en el gimnasio, verás que los resultados son exponenciales y será tu propio cuerpo quien te pida volver al día siguiente al gimnasio”, añade Galindo.
¿Hay algún ejercicio contraindicado? “Eso siempre dependerá de tu estado de forma, pero, a priori, no debería existir ninguno, tan sólo evita los esfuerzos de alta intensidad que puedan provocar falta de oxígeno o una posible lesión muscular”, concluye el experto de VivaGym.
Claves para hacer ejercicio
Si has decidido dejar de fumar y además hacer algo de ejercicio físico para calmar esa ansiedad, estás de enhorabuena, ya que tu salud te lo agradecerá. Coger un hábito como el del deporte requiere constancia y en unos 21 días es probable que ya no puedas dejar de practicar ejercicio físico nunca más. Te sentirás mejor, con más energía y mucho más relajado.
El ejercicio libera endorfinas, que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, notarás mejoras en tu capacidad pulmonar y en tu salud general, lo cual te motivará a seguir adelante sin fumar. Así deberías hacer para incluir el deporte en tu rutina si quieres también dejar de fumar:
-Establece metas realistas. Es importante definir tus objetivos. Establece metas claras y alcanzables tanto para dejar de fumar como para tu rutina de ejercicios. Lleva a cabo una progresión gradual, comienza con metas pequeñas y aumenta gradualmente la intensidad y duración de tus actividades físicas.
-Encuentra una actividad que disfrutes. Prueba diferentes deportes como correr, nadar, andar en bicicleta, yoga o cualquier otra actividad que te interese. Participar en deportes de equipo puede ser motivador y también te ofrece un apoyo social.
-Crea una rutina. Establece una rutina de ejercicios en horarios específicos que te ayuden a evitar momentos de mayor tentación para fumar. La persistencia es clave. Trata de hacer ejercicio al menos tres o cuatro veces por semana y no olvides el descanso.
-Haz un registro de actividades. Lleva un diario de tus actividades físicas y anota cómo te sientes antes y después de hacer ejercicio. Celebra tus pequeños logros, tanto en el ámbito deportivo como en tu progreso para dejar de fumar.
-Alimentación equilibrada. Una dieta saludable complementará tu régimen de ejercicios y te dará la energía necesaria. Mantente bien hidratado, especialmente durante y después de hacer ejercicio.
-Escucha a tu cuerpo. No te exijas demasiado al principio si eres novato a la hora de hacer ejercicio físico. Es importante evitar lesiones que podrían desmotivarte. Asegúrate de descansar lo suficiente para permitir que tu cuerpo se recupere.
-Distracción positiva. Cuando sientas el impulso de fumar, sal a dar un paseo rápido o realiza una breve sesión de ejercicios. Practicar ejercicios que incluyan técnicas de respiración consciente puede también ayudarte a controlar el deseo de fumar.
-Apóyate en amigos y familiares. Involucra a amigos o familiares en tus actividades deportivas para recibir apoyo adicional.