El embutido es una de las opciones más socorridas a la hora de comer o cenar. También es una de las tapas preferidas de los bares, y lo cierto es que combina de maravilla con las cervezas y los vinos.
No obstante, y a pesar de que con pan entra solo, el fiambre no es tan sano como creemos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja su consumo, al relacionarlo con el cáncer. Además, lo que compramos en el súpermercado tiene demasiadas mezclas y muy poca carne. Te contamos todo.
El embutido, relacionado con el cáncer
El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CRIC) advirtió en 2015 del riesgo cancerígeno que implica comer carne roja procesada, en especial productos ahumados, curados o en salazón. El informe del CRIC, agencia de la OMS especializada en el cáncer, concluyó que las personas que consumen de forma cotidiana embutidos corren un peligro "probado" de sufrir un tumor de colon.
Los mejores y peores embutidos
La mayoría de los fiambres y embutidos son ricos en grasas saturadas, colesterol y sodio. No obstante, los hay mejores y peores.
Los que más grasa tienen son el chorizo, las salchichas, el salami, el choped, el salchichón y la mortadela; y los que menos son el jamón serrano, el jamón cocido o 'york', y las pechugas de pollo y pavo, ya que son las carnes más magras.
La mayoría de los fiambres y embutidos son ricos en grasas saturadas, colesterol y sodio
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce con el jamón cocido y el pavo: si leemos la letra pequeña del fiambre que adquirimos en el súper de marcas conocidas y no tan conocidas, nos daremos cuenta de que la mayoría de este embutido no lleva apenas carne.
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El engaño del fiambre de pavo
Muchos de nosotros consumimos embutido de pechuga de pavo porque tiene poca grasa. Las marcas lo lo relacionan con la vida sana en sus anuncios. Sin embargo, de sano tiene más bien poco...
Tanto El Pozo como Campofrío o el pavo de marcas blancas como Auchan (Alcampo) o Hacendado (Mercadona) apenas contienen un 50-60% de carne de verdad. El resto del producto está compuesto por aditivos como azúcares, sal y fécula de patata.
Tanto El Pozo como Campofrío o el pavo de marcas blancas como Auchan o Hacendado apenas contienen un 50-60% de carne de verdad
Hay marcas, no obstante, que sí que son lo que prometen, como Frial o la de El Corte Inglés, cuyos fiambres de pavo tiene un 94% de carne. Eso sí, son bastante caros: un pack de cuatro lonchas cuesta más de 3 euros, mientras que los anteriormente mencionados no llegan a los 2 euros y contienen mucha más cantidad.
¿Y qué hay del embutido de pavo que compramos en la carnicería? Pues más de lo mismo: no es ni más sano ni contiene más carne que el envasado. Eso sí, depende de las marcas, pero la tónica general es esa.
Entonces, ¿podemos seguir comiendo fiambre?
Como conclusión clara: si vas a elegir un embutido, opta por el jamón serrano, pues es el más sano y el que más grasas buenas tiene. Eso sí, intenta no comerte la parte grasa, que distinguirás por ser de color blanco.
Si vas a elegir un embutido, opta por el jamón serrano, pues es el más sano y el que más grasas buenas tiene
En cuanto al resto de opciones, lo mejor es que limites al máximo su consumo. Si sigues una dieta equilibrada y comes las suficientes verduras, frutas y proteínas, no hay excesivo problema en que tomes fiambre de vez en cuando. No obstante, lector, debes ser consciente de que no es sano y de que la OMS lo ha relacionado con el cáncer.
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En su lugar, puedes optar por buscar sustitutos, como atún, sardinas, berberechos, mejillones...
¿Consumes mucho embutido, lector? ¿Qué opinas de todo esto?