Hay vida más allá de La Pedriza: si crees que esta joya de la naturaleza, a la que se llega en un suspiro desde al capital, es lo único que tienes cerca, vamos a sacarte de tu error. Hay otros enclaves, unos más alejados que otros, donde se puede seguir disfrutando de esta última semana de verano o de los primeros días de otoño, si lo prefieres. ¿Preparado para el viaje?
Parque Nacional de Monfragüe
Situado en la provincia de Cáceres, cerca de Plasencia, este parque nacional es atravesado por dos ríos, el Tajo y el Tiétar. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2003 y desde hace unos años, es destino de los amantes del turismo ornitológico y no es de extrañar, considerando sus colonias de buitres, alimoches, cigüeñas negras, etc. El observatorio más solicitado es el archi famoso Salto de El Gitano pero no nos engañemos, en el parque no solo hay aves: también pueden verse ciervos (además, se acerca la Berrea), galápagos, nutrias, tejones, linces… En todo caso, una apuesta segura si lo tuyo son los bichos.
Hayedo de Montejo
Localizado en la sierra del Rincón, en la parte nororiental de la Comunidad de Madrid, se trata de un espacio único, tan delicado que las visitas están limitadas y deben solicitarse online. Las visitas son guiadas y hay varias sendas: la senda del río, que discurre al lado del Jarama; la senda de la ladera, muy recomendable para los que acuden por primera vez al hayedo, para hacerse una impresión general (eso sí, se recomienda hacerla si no se tienen problemas de motricidad) y la senda del mirador.
Castañar de El Tiemblo
Indudablemente, el otoño es una de las mejores épocas para visitar este bosque de la provincia de Ávila. Está ubicado en la Reserva Natural del Valle de Iruelas y en él pueden verse castaños centenarios (sobre todo no te dejes en el tintero al castaño llamado El Abuelo, con 500 años). El bosque es como de cuento de hadas y la localidad que le da nombre, El Tiemblo, con su Ayuntamiento, la ermita y la iglesia, también merece una visita.
Las Cárcavas
Es uno de los paisajes más singulares de Madrid, ubicado en la sierra de Aylló, entre Madrid y Guadalajara. Nos recuerda a Las Médulas, en León, por su color rojizo y sorprenden sus formas rocosas, producto de la erosión. Existen varias rutas para recorrer Las Cárcavas, todas empiezan en la presa de El Pontón de la Oliva, cerca del río Lozoya y algunas, además de llevarte a Las Cárcavas, te harán adentrarte en un paisaje de olivos y arroyos. Tras la ruta, no dejéis de visitar la localidad de Patones de Arriba.
Las Hoces del río Duratón: nos vamos esta vez hasta Segovia a disfrutar de otro paisaje espectacular, el de las Hoces del río Duratón. El río aparece encajado en un profundo cañón que en algunos sitios alcanza más de cien metros de desnivel. Si lo que te interesa es el plano histórico y artístico, están las cuevas con grabados de la Edad de Bronce, la localidad de Sepúlveda y la ermita románica de San Frutos. Si lo tuyo es la fauna, aquí también disfrutarás de buitres leonados, alimoches, águilas reales y halcones peregrinos.