Nos lo han dicho infinidad de veces: que el desayuno es la comida más importante del día, que si marca cómo comes el resto de la jornada, que si patatín patatán. Y aunque esto tenía sentido cuando estábamos en pleno crecimiento y desarrollo, ahora, de adultos, no lo tiene del todo. Sobre todo si nos referimos a perder peso.Si lo que queremos es adelgazar y por la mañana no tenemos hambre, tiempo ni ganas de prepararnos un desayuno como debería ser, no pasa nada: no afectará a nuestro peso si luego no picamos entre horas ni nos hinchamos en el resto de comidas. Al menos eso es lo que asegura una nueva investigación.
Qué desayunar para adelgazar
Una revisión publicada The BMJ sugiere que no hay suficiente evidencia científica que respalde la idea de que desayunar promueve la pérdida de peso o que saltarse el desayuno conduce a un aumento de peso.La investigación también muestra que no es necesario tomar un buen desayuno para prepararse para el día o para evitar que sienta hambre más tarde."Descubrimos que el desayuno no es el momento más importante del día, a pesar de que esa creencia está realmente arraigada en nuestra sociedad y en todo el mundo", asegura la coautora del estudio, profesora de la Universidad de Monash y jefe de reumatología del Hospital Alfred (Australia), Flavia Cicuttini.
Descubrimos que el desayuno no es el momento más importante del día, a pesar de que esa creencia está realmente arraigada en nuestra sociedad y en todo el mundo
“Si desayunas, no metabolizarás mejor tu comida y es posible que aún tengas hambre más adelante. Si una persona está tratando de adelgazar o controlar su ingesta de calorías, no hay evidencia de que cambiar su plan dietético de primera hora de la mañana le ayude", añade.
No necesitas desayunar si quieres perder peso
Estudios anteriores han sugerido que desayunar está relacionado con el mantenimiento de un peso saludable, pero no está debidamente comprobado.Este nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Monash (Melbourne, Australia), utilizó las evidencias de 13 ensayos realizados en países desarrollados (EE.UU., Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Japón, entre otros) durante 28 años para determinar el efecto de desayunar con regularidad sobre el cambio de peso.Los investigadores descubrieron que la ingesta energética diaria total fue mayor en los grupos que desayunaron en comparación con los que lo omitieron. De hecho, los participantes que se saltaron el desayuno pesaron 0,44 kg menos, de media.
Los investigadores descubrieron que la ingesta energética diaria total fue mayor en los grupos que desayunaron en comparación con los que lo omitieron
El efecto del desayuno sobre el peso no difirió entre las personas con un peso normal y las que tenían sobrepeso. Además, no hubo diferencias significativas en las tasas metabólicas entre los que desayunaron y los que no.Cabe destacar que los investigadores también realizaron subanálisis, eliminando datos del estudio japonés para ver si la cultura de una persona afectaba la relación entre el consumo de desayuno, el peso y el metabolismo. Los resultados mostraron que estos participantes no interferían en la media total.
Entonces, ¿desayunamos o no?
Cicuttini asegura que no hay una comida más importante que otra, y que si queremos perder peso o no ganarlo debemos tener en cuenta el total consumido, y no cuándo lo hacemos.
Si desayunas normalmente y te hace o viene bien, no lo cambies. Pero si no es así, no tienes por qué hacerlo
“El gran mito que ha prevalecido es que el desayuno es imprescindible. Sin embargo, este estudio sugiere que si tomas un bollo y un café por la mañana, tendrás que vigilar lo que comes el resto del día. Un bollo es un bollo, y da igual si lo tomas a primera hora o a última", asegura la coatora del estudio.Ojo, Cicuttini es clara: "Si desayunas normalmente y te hace o viene bien, no lo cambies. Pero si no es así, no tienes por qué hacerlo".Y tú, lector, ¿eres de los que desayuna? Aquí la que escribe, no.