Muchas personas se pusieron como propósito de año nuevo el reto de perder peso y empezar así una vida nueva, un cambio que les hiciera sentir bien consigo mismos. Mes y medio después de que aquellos buenos pensamientos algunos siguen sin comenzar con lo prometido y otros están dentro de una espiral de malos hábitos con los que no consiguen nada.
Si eres uno de esos que quieres empezar y no sabe o llevas intentando perder peso varias semanas y no tienes ni idea de los motivos por los que no consigues tu meta, tranquilo. Esto es un camino de ida sin billete de vuelta y solo lograrás ver resultados a largo plazo.
Estar en un régimen de adelgazamiento es algo muy difícil. Quizá deberías ponerte en manos de un especialista para elegir cuál es el adecuado para ti. Y no solo eso, ya que contratar un entrenador personal puede ser la solución a todas tus penas. Ambos profesionales te darán las pautas correctas para lograr tus propósitos. Además, si llevas haciendo ejercicio un tiempo puedes tener en cuenta algunos hábitos que deberías realizar después del gimnasio para continuar perdiendo peso.
Come después
Hacer deporte pone en tensión nuestras articulaciones y nuestros músculos, lo que conduce a un desgaste de los nutrientes en el organismo. Y aunque esta es la principal razón por la que adelgazamos, lo cierto es que hay que tener en cuenta que debemos reponer energía con los alimentos adecuados. Lo que tomamos justo después del ejercicio físico aporta lo que el cuerpo necesita para aumentar nuestra fuerza y resistencia.
Si eres de los que pensaba que no comer nada después te haría adelgazar más, estabas equivocado. De hecho, tu tejido muscular estará mucho más débil y es posible que después del siguiente entrenamiento te provoques alguna lesión.
Lo que mejor puedes tomar, entre 30 y 60 minutos después del deporte, es la proteína, aunque no hay que abusar de ella. Además, es bueno que repongas tu organismo con grasas saludables (porque también son esenciales para reparar tus músculos y tus articulaciones) y carbohidratos como las legumbres (a pesar de que muchos piensen que es bueno dejar de tomarlos, como en las dietas cetogénicas).
Lo que también debes tener en cuenta es lo que no debes comer justo después de hacer deporte. Olvida las grasas procesadas porque aunque estés adelgazando lo que ingieras determina la estructura de tus células. Controla tu alimentación y vigila las calorías, ya sabes que si tomas más de las que quemas estarás trabajando para nada.
Hidrátate mucho
Durante el ejercicio, el agua absorbe el calor de tus músculos y lo elimina provocando sudor, lo que hace que tu cuerpo pierda unos dos litros de fluidos. Es totalmente necesario reponerlos bebiendo muchos líquidos, sobre todo agua. También puedes tomar alguna bebida especial para deportistas y así reponer el sodio y el potasio que pierdes mientras estás entrenando.
Cuánto tomar depende mucho del peso, la edad, la actividad física, la ropa que se utilice y las condiciones climatológicas, entre otras cosas. Lo más recomendable sería que ingirieras al menos el 50% más de líquidos de los que perdiste durante las seis siguientes horas de realizar el ejercicio. Si el esfuerzo es extraordinario se aconseja que sigas hidratándote durante las siguientes 24 horas para recuperar cualquier déficit de fluidos y electrolitos.
Duerme bien
La última recomendación sobre perder peso después de hacer ejercicio tiene que ver con un buen descanso. Tu cuerpo, y más concretamente tus músculos, necesita relajarse después de entrenar para desarrollarse y recuperarse correctamente.
Al igual que calientas antes, debes masajear tus músculos o practicar algunos estiramientos justo después de haberlos trabajado. De esa manera lo que haces es que continúen activándose, lo que ayuda a que sigas adelgazando. Pero no solo eso. Dormir de 7 a 8 horas diarias es primordial para rendir plenamente en cualquier actividad diaria. Así que no te olvides de tener una rutina de sueño correcta para que tu cuerpo se recupere y puedas estar al día siguiente en plenas facultades.