La testosterona por los suelos, la apatía y el estrés cotidiano se apoderan de nuestro dormitorio. Un bajo mínimos de la vida sexual que tiene ciertas soluciones. Las más recurrentes, las farmacológicas, pero no por ello debemos dejar de lado algunas alternativas que podrían venirnos bien. Es el momento de hablar de infusiones, y de incluso algunos productos como el aceite de oliva, toda una 'Viagra' natural.
Siempre hemos acudido a todas estas hierbas, conocidas desde antaño por sus propiedades medicinales, pero que han pasado a un segundo plano -a menudo lógico- en detrimento de los medicamentos. Carminativas, digestivas, antitusivas, relajantes, diuréticas o depurativas son muchas de las virtudes asociadas a numerosas plantas, más o menos salvajes, que han formado parte de nuestras tisanas.
No podemos olvidar a la tila, a la menta, a la manzanilla, a la melisa, a la cola de caballo, al hinojo o al cada vez más común jengibre, pero no siempre han tenido que ver directamente con nuestro desempeño amatorio. No prestar atención al vigor sexual -o al pequeño impulso afrodisíaco- de estas hierbas medicinales es un error.
Por suerte, las tenemos muy a mano, son bastante accesibles y podemos servirnos de ellas a voluntad. No hacen milagros, evidentemente, pero hay cinco infusiones que pueden suponer un extra de motivación sexual para hacer de nuestras noches un momento más entretenido.
Cinco infusiones afrodisíacas para mejorar tu vida sexual
Algunas son de origen latinoamericano, otras son famosas por forma parte de la medicina tradicional china desde hace siglos, pero todas tienen un denominador común: convertirse en promotoras de la vida sexual del que la toma.
El funcionamiento es sencillo: infusionas estos polvitos u hojas en el agua caliente, lo consumes y listo para entrar en acción. Como es lógico, tener una vida sexual plena no es solo una cuestión de tomarse una infusión y pensar que todo el monte se va a convertir en orégano de repente.
La disfunción eréctil, la impotencia, la menopausia o la andropausia no son patologías baladíes que se solventen con unas hierbas medicinales. Del mismo modo que en el arte de amar -o al menos de tener sexo- influyen muchos otros factores como estrés, ansiedad, cansancio o simplemente la forma física de los 'contendientes'.
También hay que tener en cuenta que no se puede abusar de ellas, aunque sean naturales, porque sus propiedades no se deben tomar a la ligera. Algunas pueden elevar la tensión arterial, otras el pulso cardíaco y muchas de ellas pueden ser diuréticas, por lo que igualmente se debe prestar atención a toda la medicina naturista que consumamos. Por este motivo, se recomienda no superar las dos tazas al día y no mantenerlo como rutina. De tal forma, lo conveniente sería consumirlas de manera puntual durante varios días, pero no tenerlo como hábito.
El ginseng
Raíz vigorizante por antonomasia de la medicina oriental. El ginseng (Panax ginseng) tiene una justa fama de reconstituyente físico, mental y sexual. No en vano, muchos de los suplementos vitamínicos que actualmente están en nuestras farmacias incluyen concentrados de esta raíz, cuyas sustancias químicas llamadas ginsenósidos, tienen estas particulares y vigorizantes funciones.
Es una infusión afrodisíaca y energizante, la cual se sigue estudiando en terapias que traten los trastornos sexuales y reproductivos, principalmente masculinos. A pesar de eso, el consumo de raíz de ginseng en infusión para las mujeres también puede tener efectos positivos en un incremento de la libido. En el caso de los hombres, lo más habitual es su capacidad para mejorar erecciones. Para ello, bastará con una tacita con unos cinco gramos de raíz de ginseng.
En cualquier caso, tiene ciertas contraindicaciones, generalmente para personas hipertensas, diabéticas, embarazadas o para los que padezcan arritmias o alteraciones del ritmo cardíaco, como explican desde WebConsultas.
Gingko biloba
Uno de los árboles más raros del mundo (de hecho, constituye una división taxonómica exclusiva para él mismo, la de los Ginkgophyta) y un emblema de la cultura japonesa, que reverencia a este curioso árbol del que además se utilizan sus hojas para hacer infusiones.
En este caso, son las mujeres postmenopáusicas las que pueden encontrar un pequeño boost en su vida sexual gracias al consumo de gingko biloba -ya sea en comprimidos (lo más habitual) o en las citadas infusiones a base de sus hojas desecadas-. Hay revisiones académicas que hablan de las propiedades del gingko en estas excepciones, aunque no son mayoritarias y tampoco benefician la salud sexual de las mujeres que estén tratándose con antidepresivos. Entre las posibles contraindicaciones, los dolores de cabeza y alteraciones gastrointestinales, así que habrá que consumir el gingko con cuidado.
Raíz de maca
Otro de los descubrimientos de los últimos años en los que a medicina naturista se refiere, cuya procedencia latinoamericana es bastante reputada y donde nos traslada a las más altas cumbres de los Andes. Allí se cultiva en lugares fríos donde prácticamente no arraiga ningún otro vegetal pero sí la Lepidium meyenii (nombre científico de la maca), de la cual consumimos su raíz, similar a una zanahoria, pero que deshidratamos.
Conocida como potente afrodisíaco (de hecho, se le daba al ganado para mejorar su rendimiento reproductivo), sería suficiente consumir 3,5 gramos de maca diarios para obtener sus beneficios. Incluso, no haría falta consumirlos en infusión y limitarse así a la ingesta. La realidad es que mejora la fecundidad y también el equilibrio de las hormonas sexuales endógenas (para ellos y ellas) como explica este estudio, así que no debería faltar como remedio para mejorar la vida sexual.
De hecho, otras investigaciones prueban que esa cantidad de maca reduce los síntomas psicológicos, incluidos ansiedad y depresión, de las mujeres menopáusicas, además de reducir la disfunción sexual de éstas, independientemente del nivel de estrógenos y andrógenos presentes.
Hipérico (hierba de San Juan)
No todas las hierbas medicinales susceptibles de convertirse en infusión vienen de otros confines del mundo. Algunas las tenemos muy cerquita y muy relacionadas con la medicina natural europea. Es el caso del hipérico, más popularmente llamado hierba de San Juan, y con un nombre botánico complicado: Hypericum perforatum.
La realidad es que se ha prescrito desde la Antigüedad su consumo como euforizante y como remedio natural para minimizar los estados de tristeza e incluso contra la depresión y la apatía. Es esa funcionalidad la que se valora para aumentar el deseo sexual, sobre todo cuando está relacionado con esos cambios de humor y tiene un cariz más psicológico y mental que físico, como explican desde el blog de Mapfre.
En tales casos, se aconseja su uso solo bajo supervisión médica en personas con tratamiento de la depresión, ya que la hierba de San Juan puede opacar o limitar el efecto de la farmacoterapia. En este sentido, es habitual que se presente en preparados dosificados de hipericina, que es su principio activo, y que se encuentra de forma líquida, sólida y también en cápsulas y en extracto seco. Para ello, se utiliza de manera puntual para modular la apatía dentro de un estado depresivo, razón por la que puede venir bien a las personas con poco deseo sexual para elevarlo.
Tongkat Ali
Quizá te suene a chino este nombre, pero no es chino -valga el símil-, sino de origen indonesio y tiene un nombre científico también bastante complicado de pronunciar: Eurycoma longifolia, aunque es habitual que su nombre común sea ginseng malayo o tongkat ali, forma en la que solemos ver los preparados nutricionales y suplementos vitamínicos que lo tienen como base.
Otra parte fundamental de la medicina ancestral asiática que promete vigor físico, aumento de la testosterona y por tanto un mejor rendimiento sexual. Además, limita los síntomas del envejecimiento masculino, como indica un estudio de la Universidad de Western Cape (Sudáfrica) y del Instituto de Ciencia Deportiva de Shenyang (China), por lo que su consumo está indicado de forma gradual en este tipo de disfunciones sexuales al ser un promotor de la testosterona. Es habitual encontrarlo en comprimidos, pero también se comercializa como hojas secas para infusiones.