Bienestar

Cómo saber si eres intolerante a la lactosa: las cuatro señales clave que lo indican

Si últimamente notas molestias en el estómago y no haces bien la digestión, sigue leyendo

  • Cómo saber si eres intolerante a la lactosa: las cuatro señales clave que lo indican

Si últimamente te notas cansado, con dolor de tripa, gases, hinchazón... es posible que seas intolerante a la lactosa y no lo sepas.

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche de la mayoría de los mamíferos, y hay determinadas personas que no la digieren bien, lo que causa molestias.

Las personas producimos una enzima conocida como lactasa, que es la responsable de descomponer la lactosa para la digestión. Sin embargo, a medida que crecemos dejamos de producir tanta lactasa, razón por la cual no digerimos bien la lactosa de los productos lácteos.

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche de la mayoría de los mamíferos, y hay determinadas personas que no la digieren bien

Al llegar a adultos, hasta el 70% de las personas ya no producen suficiente lactasa para digerir correctamente la lactosa, lo que provoca malestar. Además, podemos desarrollar intolerancia de pronto, tras una enfermedad o después de una cirugía.

[Cómo adelgazar en solo dos días]

Cómo saber si eres intolerante: cuatro señales

Para salir de dudas, te contamos los cuatro signos y síntomas más comunes que experimentan los intolerantes a la lactosa:

1) Dolor de estómago e hinchazón

El dolor de estómago y la hinchazón son síntomas comunes de intolerancia a la lactosa tanto en niños como en adultos.

Cuando el cuerpo no puede descomponer la lactosa, ésta pasa a través del intestino hasta que llega al colon, donde no pueden ser absorbidos por las células y pasan a fermentarse. Esta fermentación provoca la liberación de ácidos grasos y gases hidrógeno, metano y dióxido de carbono.

[Alimentos que deberías comer por la noche]

Lactosa

Este incremento de ácidos y gases puede provocar dolor de estómago y calambres. El dolor generalmente se localiza alrededor del ombligo y en la mitad inferior de la tripa.

La sensación de hinchazón es causada por un aumento de agua y gas en el colon, que hace que la pared intestinal se expanda, también conocida como distensión abdominal.

2) Diarrea

La diarrea se define como una mayor frecuencia, liquidez o volumen de las deposiciones. 

La intolerancia a la lactosa causa diarrea al aumentar el volumen de agua en el colon, lo que incrementa el tamaño de las heces, haciéndolas líquidas. 

Dolor de estómago

3) Gases

La fermentación de la lactosa en el colon aumenta la producción de los gases hidrógeno, metano y dióxido de carbono.

La fermentación de la lactosa en el colon aumenta la producción de los gases

La lactosa acaba fermentándose en el colon, lo que aumenta aún más la flatulencia. Curiosamente, los gases producidos por la fermentación de la lactosa no tienen olor

[Cómo adelgazar dos kilos al mes sin dieta]

4) Estreñimiento (a veces)

El estreñimiento se caracteriza por heces duras e infrecuentes, sensación de movimientos intestinales que no desembocan en evacuación, malestar estomacal, hinchazón y esfuerzo excesivo a la hora de defecar.

Como las bacterias en el colon fermentan la lactosa no digerida, producen gas metano. Se cree que el metano ralentiza el tiempo que tarda la comida en moverse por el intestino, lo que provoca estreñimiento en ocasiones.

Lactosa

Este, no obstante, puede ser otro indicio de intolerancia a la lactosa, aunque es un síntoma mucho más raro que la diarrea.

Pruebas de intolerancia a la lactosa

Si crees que eres intolerante y quieres salir de dudas al completo, lo suyo es que acudas al médico para que te haga pruebas. Se trata de exámenes que miden la capacidad de los intestinos para descomponer la lactosa. 

El dolor de estómago y la hinchazón son síntomas comunes de intolerancia a la lactosa

Las pruebas más comunes son dos:

  • Análisis de sangre para intolerancia a la lactosa.
  • Test de hidrógeno espirado.

La segunda es la preferida. Consiste en respirar dentro de un recipiente para más tarde beber un líquido con sabor que contiene lactosa. Finalmente se vuelve a respirar en el recipiente para ver si el nivel de hidrógeno ha aumentado, señal de que somos intolerantes a la lactosa.

[El error que cometes con tus cenas y te hace engordar]

Intolerancia a la lactosa

Y esto es todo, lector. Ante cualquier abismo de duda, acude a tu médico y toma las medidas oportunas. Actualmente hay en el mercado un amplio abanico de productos sin lactosa, así que no debería ser un problema para ti seguir consumiendo lácteos.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli