Mantener una buena higiene en el baño es fundamental para nuestra salud y bienestar. Sin embargo, hay un espacio que a menudo se pasa por alto: la ducha. Si bien la limpieza de la ducha puede parecer una tarea tediosa, es esencial para evitar la aparición de bichos desagradables como los pececillos de plata o las moscas de drenaje. Estos pequeños insectos no solo son antiestéticos, sino que también pueden ser un indicio de un problema de humedad y suciedad en el baño.
Te revelamos un truco casero infalible para limpiar y desinfectar a fondo tu ducha en menos de 20 minutos, eliminando por completo estos bichos indeseables y previniendo su reaparición. Lo mejor de todo es que solo necesitarás un ingrediente común y económico: el percarbonato de sodio.
¿Qué necesitas?
- Un atomizador o fumigador (para mayor rapidez)
- 500 ml de agua caliente
- 1 cucharada de percarbonato de sodio
- Un paño húmedo limpio
Paso a paso
- Prepara la solución. Llena el atomizador o fumigador con 500 ml de agua caliente y agrega una cucharada de percarbonato de sodio. Agita bien hasta que se disuelva completamente.
- Aplica la mezcla. Rocía la solución sobre las paredes de la ducha, la mampara y el suelo. Asegúrate de cubrir todas las superficies, incluyendo las juntas y las esquinas.
- Deja actuar. Deja que la mezcla actúe durante 10 minutos. El percarbonato de sodio ablandará la suciedad y las bacterias, facilitando su eliminación.
- Limpia y enjuaga. Pasados los 10 minutos, pasa un paño húmedo limpio por toda la ducha para eliminar la suciedad y la espuma. No es necesario enjuagar con agua.
Tu ducha estará limpia, desinfectada y libre de bichos en menos de 20 minutos. Repite este proceso una vez a la semana para mantener tu ducha impecable y prevenir la aparición de estos molestos huéspedes.
Consejos adicionales
Para una limpieza más profunda, puedes utilizar un cepillo para frotar las juntas y las áreas más sucias. Si tienes problemas de moho, puedes agregar un poco de vinagre blanco a la solución. Para prevenir la aparición de bichos, asegúrate de ventilar bien la ducha después de cada uso y de eliminar cualquier resto de jabón o suciedad. Con este sencillo truco casero, podrás mantener tu ducha limpia, desinfectada y libre de bichos de forma natural.