Disfrutar de un sueño de calidad y cuidar el descanso es clave para mantener un buen estado de salud, ser productivo durante el día y evitar la aparición de enfermedades cognitivas. Los expertos y profesionales de la salud ponen en valor desarrollar distintos hábitos en pro de mejorar la rutina de sueño, como seguir una rutina y tener horarios marcados y definidos. Hacer ejercicio a diario también puede ayudar -siempre en horas distantes al momento de irse a la cama-, así como salir al exterior y evitar la nicotina y la cafeína.
Realizar actividades relajantes también puede ayudar a aquellos que tienen problemas para conciliar el sueño, aunque acudir a un especialista y seguir sus recomendaciones es lo más importante para aquellos que lo sufren de forma recurrente. Los ejercicios de respiración, así como la meditación son dos de las opciones más utilizadas, muy unidas a intentar reducir los niveles de estrés, que impactan directamente en la forma de dormir. Pero ahora, el doctor y creador de contenido Eduardo Estivill se pronuncia sobre la influencia de la luz y sus distintos tipos en el descanso. ¿Cuál es la forma de utilizarlas y cómo impactan en la buena calidad del sueño?
El impacto de la luz en el sueño
Durante una entrevista con el periodista Uri Sabat, el doctor Eduardo Estivill, médico neurofisiológico y fundandor de las Clínicas del Sueño, ha explicado el impacto que tiene la luz, sus distintos tipos y colores en el descanso de cada persona. Utilizarlas de forma correcta puede ser una ayuda más para mejorar la calidad del sueño. Así, el profesional es claro: la luz natural es la mejor amiga del ser humano para regular el reloj interno del cuerpo y evitar desajustes.
Para los amantes de dormir en total oscuridad y bajar la persiana al máximo, son malas noticias: despertarse con la luz natural es el mejor escenario y la recomendación del neurofísico. Pero, además de esto, exponerse a ella durante los primeros momentos del día también ayuda al cuerpo a coger el ritmo correcto, ya que recibir la luz de la mañana elimina una sustancia producida cada noche para conciliar el sueño: la melatonina. Esta es la encargada de regular los ciclos de día y noche, es decir, de sueño y vigilia. Así, controlar su producción es la base para disfrutar de un sueño y descanso correcto.
De la misma forma que exponerse a la luz matutina -más clara y blanca- por la mañana ayuda a despertarse, a medida que avanza el día lo más conveniente es ir reduciendo esta cantidad de luz y su color. A media tarde, la luz más amarillenta es la más recomendable, tal y como informa Destivill, mientras que al anochecer una iluminación tenue y anaranjada ayuda al cuerpo a relajarse. El cuerpo lo relaciona con el crepúsculo, y el cerebro lo asocia al momento de dormir.