Una villa alegre y cosmopolita, situada al sudoeste de Francia y destino privilegiado de ‘foodies’ por su rica gastronomía. Denominada la “Ciudad Rosa” debido al efecto de la luz en sus monumentos hechos principalmente en ladrillo, dos mil años la contemplan.
Referencia gourmet
Estamos en plena Occitania, de la que Toulouse (Tolosa en español) sería la capital geográfica, una preciosa ciudad rica en arte, con una peculiar estructura- la impresionante plaza del Capitole es su centro- y que destaca por ser una referencia mundial de la aeronaútica y el espacio.En Toulouse hay 19 facultades y una población estudiantil muy amplia, lo que le da una gran vida a la ciudad. Y en sus calles no faltan numerosos locales como bares, cafeterías, restaurantes, o pastelerías en una riquísima oferta -1.650 establecimientos gastronómicos-, para una villa que es paraíso de gourmets, con una cocina propia y variadas materias primas.
Productos típicos
El pintoresco Mercado de Víctor Hugo, situado en la zona centro y visita obligada, donde se exhiben los productos en bonitos y cuidados puestos; en la parte de arriba se encuentran distintos restaurantes donde degustar gastronomía típica elaborada con los mismos alimentos del mercado. Es uno de los más famosos mercados galos y periódicamente organizan visitas nocturnas, como también los mercados de Carmes y Saint Ciprien.En Toulouse el plato más destacado es la ‘cassoulet’, un guiso de alubias con salchicha tolosana y ‘canard’ (pato); junto a él, el ‘estofado tolosano’ contiene ternera y manitas de cerdo; todos los productos del pato (magrets, confits, foie gras, etc. ) son excelentes. Poseen variados quesos y en general, hacen gala de una cocina recia y potente, junto a ricos dulces, desde la ‘fenetra’ una tarta de almendras y limón a los caramelos de violeta.
Disfruta en el 'mejor bar del mundo'
Y pueden presumir de tener en sus calles el mejor “Wine Bar of the world” 2017 y 2018, designado por los premios anuales de “The World of Fine Wine”. Ofrecen más de 4.000 referencias, guardan más de 20.000 botellas y también poseen tapas o platos de autor en su restaurante (34 euros, menú).
Los instagramers encontrarán su lugar ideal en ‘Ma Biche Sour Le Toit’, una bonita terraza que se encuentra en la sexta planta de Galerías Lafayette
Entre las últimas aperturas está el restaurante sostenible Des Roses et Des Orties (Las Rosas y las Ortigas). Un plan exótico es tomar la ‘cassoulet desestructurada’ en M by Mo Bachir, sólo para 20 comensales. Los amantes de los quesos tienen su sitio en Xavier. En plena Plaza de Víctor Hugo, una quesería con más de 300 tipos de quesos, perfecto para probar especialidades como el pavé tolosano. Los instagramers encontrarán su lugar ideal en ‘Ma Biche Sour Le Toit’, una bonita terraza que se encuentra en la sexta planta de Galerías Lafayette, donde tomar un desayuno, almuerzo o cena informal.
Restaurantes de moda
Aquellos que prefieran cocina sofisticada pueden elegir entre Le Cenácle (1 estrella Michelín) o el biestrellado Michel Sarran. Ambos ofrecen una cocina sumamente creativa y cuidada. En Le Bibent, una brasserie enclavada en pleno centro, hay que disfrutar de la decoración barroca e impactante y de las preparaciones del chef Christian Constant, como el paté de champagne o la cassoulet montalbanais.La Gourmandine es un moderno bistrot con platos contemporáneos muy basados en el producto local (ofrece atractivos menús). Todo Toulouse está jalonado por pastelerías, entre ellas son famosos los chocolates de Bello & Angeli, en Maison Pillon elaboran el famoso postre típico La Fénétra y los pasteles se exhiben como joyas en la confitería Sandyan.
Una sobremesa perfecta
Las mejores delicatesen de la ciudad se encuentran en Cafés Bacquié, donde también venden gran variedad de cafés y 180 clases de tés. En La Fiançé el café es exquisito.En la región Haute- Garonne, donde se encuentra Toulouse, no falta el vino. A unos 30 kilómetros se encuentran los viñedos de Fronton, un lugar perfecto para practicar el enoturismo y brindar. Toulouse, una ciudad inolvidable que nos dejará muy buenos recuerdos sentados a la mesa.