Someter los alimentos a la acción de las llamas es algo casi tan antiguo como la humanidad y el asado, considerada la primera técnica de cocina inventada por el hombre, ha llegado hasta nuestros días prácticamente intacto. Un buen fuego, unos cuantos alimentos y una rejilla son todo lo necesario para organizar una buena barbacoa y prácticamente todas las materias primas admiten cocción sobre el fuego: carnes, aves, pescados, mariscos, vegetales, frutas...
Tintos frescos
Pero en nuestro país las barbacoas son vorazmente carnívoras. Entre las carnes, aquellas que mejor resultarán son las que contienen algo de grasa, como las chuletas de cordero, panceta… y, como no, los chorizos, morcillas o salchichas (mejor de carnicería). Es la parrillada tipo del español medio y, para ella, hemos elegido tres tintos con el común denominador de su juventud.
Los tintos jóvenes, ‘robles’ o crianzas son perfectos para los alimentos grasos y potentes que conforman una barbacoa típica, desde las chuletas a los chorizos a la brasa
En líneas generales, si lo que se come es potente, como es el caso, siempre es preferible optar por vinos tintos de pocos años, ya que de lo contrario la combinación resultará demasiado pesada inevitablemente. Se trata de vinos que mariden bien con los alimentos pero sin tapar su sabor. También, teniendo en cuenta la época veraniega, a veces será mejor refrescarlos algo: la ‘herejía’ de decir que los tintos deben tomarse ‘del tiempo’ afortunadamente se desechó hace años.
Vinos jóvenes
Igualmente, irán bien con los vegetales si se pretende aligerar el menú con brochetas de verduras como tomates, cebollas, mazorcas, pimientos, champiñones, berenjenas, calabazas... en general, todas aquellas que no tengan hojas verdes como la lechuga o las acelgas. Tampoco hay que renunciar a frutas como la piña, los higos o las manzanas, como un excelente postre: rebozándolas en azúcar quedarán caramelizadas y exquisitas.En cualquiera de estos casos y hablando de una manera general, el tinto joven, ‘roble’ (unos 6 meses de barrica) o de crianza actuará como hilo conductor, acompañando y sin interferir, por lo que armonizará muy bien a lo largo de la comida.
1) Muss 2016
- B. Licinia
- PVP recomendado: 9 euros
Una excepcional relación calidad- precio para este vino con DO Madrid que está elaborado con tempranillo, cabernet- sauvignon, syrah y merlot. Posee seis meses de crianza en barrica de roble francés. Un tinto en el punto perfecto en ligereza- persistencia para hacer frente a comidas fuertes y darles suavidad. Con estas altas temperaturas no viene mal refrescarlo un poco. De los mejores vinos madrileños. Muy buena y fructífera amistad con los clásicos alimentos de la barbacoa.
2) Matsu El Pícaro 2018
- B. Vintae
- PVP recomendado: 7,90 euros
Un vino de la D.O. Toro, con fama de tintos potentes, que hace honor a sus raíces: es un vino complejo y con fuerza para su ‘edad’, pero en el punto perfecto de juventud para que, a pesar de resultar un poco agreste, sea afrutado y suave en boca. Uva tinta de toro 100%. Una quinta parte del vino madura 3 meses en barricas de roble francés. Se hace necesario en verano refrescarlo un poco. Una impulsiva pareja para la barbacoa.
3) Viña Alberdi Crianza 2014
- B. La Rioja Alta
- PVP recomendado: 12 euros
El crianza de la bodega que se acaba de lanzar, elaborado con uva 100% tempranillo de viñedos propios. Todo un clásico que envejeció en barrica de roble americano durante dos años y pasó el resto en botella. Buena acidez, frescura, taninos suaves y equilibrio para un vino que sigue al pie de la letra el patrón de la DO Rioja. La madera (crianza en barrica) está presente y potenciará incondicionalmente los ingredientes cárnicos de la barbacoa, ricos en grasa. Con la barbacoa, hace un matrimonio de años y bien avenido.