Aunque forman parte de las legumbres, los cacahuetes son considerados popularmente un fruto seco, grupo con el que comparte propiedades como las proteínas. Sin embargo, de lo que no hay duda es de los muchos beneficios que tienen para la salud. Tanto, que desde hace años, los expertos recomiendan su consumo diario. Algo que confirma un estudio reciente que además de reconocer su beneficioso efecto para el corazón, señala a los cacahuetes como el alimento perfecto para incluir en el desayuno.
Desde hace años, son muchos los especialistas que alertan de las no tan saludables costumbres que hay en nuestro país a la hora del desayuno. Así, rutinas tan asentadas como comenzar el día con un tazón de cereales (comerciales y cargados de azúcares) o con unas tostadas de plan blanco, se han descartado de las dietas saludables, dando lugar a nuevas opciones.
Opciones como los cacahuetes, convertidos en el objetivo de una investigación realizada por la Universidad de Barcelona y publicada en la revista ‘Antioxidants’, que pone en valor a este alimento tan beneficioso para nuestro organismo.
Los cacahuetes, un saludable desayuno beneficioso para salud del corazón
Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición, los cacahuetes son “fuente de proteínas (un 27por ciento) y grasa, casi tanta como la carne. Casi el 50 por ciento de su grasa es moninsaturada y el 29 por ciento poliinsaturada, siendo esta última mayoritariamente de la serie omega 6”.
Además, son fuente de fibra y aportan una interesante cantidad de minerales como fósforo, potasio, magnesio y zinc; de vitamina E y de polifenoles, un poderoso antioxidante que previene el estrés oxidativo.
Conscientes de las buenas propiedades de este alimento, desde la Universidad de Barcelona han realizado un estudio, dirigido por Rosa M. Lamuela, catedrática de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación, que desvela que las personas que incluyen una porción diaria de cacahuetes o derivados en su alimentación obtienen, entre otros beneficios, importantes mejoras en la salud vascular.
Uno de los aspectos llamativos de este estudio es que se desarrolló entre un grupo de edad joven, concretamente 63 jóvenes sanos de entre 18 y 33 años, edades en las que, al contrario que en otras más avanzadas y con mayor riesgo cardiovascular, “es más difícil observar algún efecto de los cambios dietéticos sobre la salud”, apunta Lamuela.
Durante seis meses, los participantes del estudio incluyeron una porción diaria de 25 gramos de cacahuetes o 32 gramos de mantequilla de cacahuete en su dieta. Además debieron hacer algunos cambios en su alimentación, como eliminar cualquier tipo de alimento con capacidad antioxidante como las uvas, el chocolate negro u otros frutos secos. Por otro lado, los componentes del grupo de control, tan solo consumieron una crema sin fibra ni polifenoles.
Según las conclusiones del estudio, “el consumo regular de cacahuetes y mantequilla de cacahuete podría tener un impacto positivo en los biomarcadores vasculares en adultos jóvenes sanos”. Así, la investigación ha encontrado relaciones que asocian la ingesta de cacahuetes (refiriéndose siempre a su forma más natural, sin freír y sin el añadido de sal, azúcares u otro tipo de aditivos) con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes, e incluso se comprobó que pueden contribuir positivamente a la salud mental.
Así, los resultados reforzaron la teoría del efecto protector de los polifenoles, los principales antioxidantes y compuestos antiinflamatorios de esta dieta, en enfermedades cardiovasculares. Además, los polifenoles se relacionan con efectos antitrombóticos y vasocilatadores.
Unas muy buenas razones para no solamente consumir una ración diaria de cacahuetes, sino para incluirla en el desayuno, tal y como aconsejan los expertos. Además, se trata de un alimento que podemos consumir de diferentes formas, por ejemplo, incorporando cacahuetes a nuestro yogur o porridge, o acompañando unas tostadas de pan integral con mantequilla de cacahuete (ojo, que su contenido sea 100% cacahuete).
Perhaps
Si comiéramos cada día todas las cosas que hay que comer cada día acabaríamos gordos como ballenas y con una salud asquerosa... si no directamente muertos.