Sentirse cansado y sin energía para afrontar el día es más habitual de lo que nos imaginamos. El intenso ritmo de vida nos genera un agotamiento que, en muchas ocasiones, nos impide llevar a cabo nuestras actividades diarias. Algo que se ha convertido incluso en un motivo de consulta médica. Sin embargo, aunque esa fatiga puede ser síntoma de algún problema de salud, lo cierto es que en la mayoría de los casos, está relacionada con el estilo de vida.
Tal y como señalan los expertos, para recuperar la energía perdida tan solo es necesario analizar con detalle nuestros hábitos de vida. Así, la falta de sueño, una escasa actividad física o una mala alimentación pueden ser los causantes de esa falta de energía que muchos acusamos, y que podríamos solucionar con algunos pequeños cambios, como los relacionados con la alimentación, principal fuente de energía del organismo.
Los sencillos cambios que puedes hacer en tu dieta diaria para aumentar tu energía
Como decíamos, la dieta juega un papel importante en la energía que tenemos durante el día. Así, podemos corregir algunos hábitos que, sin darnos cuenta, nos hacen sentirnos agotados día tras día. “Hacer pequeños cambios en la dieta te da una sensación de éxito que te mantiene motivado” asegura a la BBC Dolores Woods, dietista del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Houston.
Según la experta, uno de los factores más importantes en el tema de la energía es el azúcar, que señala como una especie de trampa, que primero te da energía y luego te la quita: “Cualquier comida con mucha azúcar termina bajando la energía”.
Pero además, Woods desvela cinco sencillos cambios que podemos hacer en nuestra dieta diaria que, combinados con una buena rutina de sueño y la práctica de ejercicio físico, nos ayudarán a tener más energía:
-Beber agua: aunque no nos demos cuenta, muchas veces, la falta de hidratación nos provoca una falta de energía. El organismo utiliza el agua para eliminar las toxinas y los deshechos que no necesita. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, el corazón trabaja más para bombear la sangre oxigenada a todas las células y órganos, lo que puede causar fatiga. Además, en ocasiones, sustituimos la ingesta de agua por la de café o bebidas energizantes que aunque aumentan la energía durante un rato, al poco la bajan. “Es una sensación de bienestar que no dura mucho”, apunta Woods.
-No saltarse las comidas: si nos saltamos alguna comida puede producirse un descenso de los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede provocar cansancio, falta de energía, mareos y dolor de cabeza. Así, la experta señala la importancia de no dejar pasar demasiadas horas entre una comida y otra.
-Incluir proteínas en el desayuno: para aumentar la energía desde primera hora del día, Dolores Woods recomienda consumir siempre alimentos ricos en proteína en el desayuno: “Proveen energía para el resto del día”. Carnes como pollo o pavo, huevo o lácteos son buenas opciones para comenzar el día que, además, nos ayudarán a estar saciados durante más horas.
-Tomar snacks nutritivos: además de evitar el azúcar, la experta recomienda consumir entre horas alimentos nutritivos como las nueces, las semillas o los frutos secos que nos aporten el máximo de energía.
-Comer granos enteros: según Dolores Woods, podemos tomar pan, pasta, cereal o arroz integral, pero siempre con granos enteros. “Si se toma cereal integral por la mañana, proporciona una liberación lenta y constante de combustible”, lo que nos ayudará a tener energía durante todo el día para llegar a la noche menos cansado.
