Tal y como señalan los expertos, la alimentación es un factor clave en el deporte. Y es que es importante cuidar la dieta, tanto si nuestro objetivo es adelgazar, ganar masa muscular o mejorar el rendimiento. Por ello, los deportistas de élite siguen estudiadas dietas con las cantidades necesarias de proteínas, carbohidratos y grasas saludables.

En los últimos tiempos, son muchos los alimentos recomendados para los deportistas. Alimentos como legumbres, huevos, frutos secos o carnes magras que ayudan a dar mejorar la energía y resistencia, y a reponer el gasto calórico y los nutrientes. Sin embargo, recientemente, un alimento ha ganado popularidad gracias a sus beneficios sobre el rendimiento físico, que le han convertido en el protagonista de un zumo imprescindible en la dieta de muchos deportistas.

Hablamos de la remolacha, una raíz de color violáceo, pulpa de color rojo oscuro y sabor dulce que, aunque olvidada durante años, se ha convertido en todo un superalimento, sobre todo para la gente que práctica ejercicio físico. Y es que, tal y como confirman los estudios científicos, el zumo de remolacha es beneficioso para el rendimiento deportivo.

Beneficios y propiedades nutricionales de la remolacha

Consumida desde la antigüedad, aunque por entonces eran las hojas las que servían de alimento mientras la raíz se utilizaba como medicamento para combatir los dolores de muelas y de cabeza, tal y como apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la remolacha es un alimento con alto contenido en fibra (“una ración cubre el 17 por ciento de las recomendaciones para hombres y el 25 para mujeres”) e interesantes propiedades.

Tras el agua, el componente más abundante son los hidratos de carbono, en su totalidad azúcares, con vitaminas entre las que destacan los folatos, y minerales como el potasio. La remolacha apenas tiene calorías, y aporta tan solo 37 por cada 100 gramos.

Además de la citada mejora en el rendimiento deportivo, a la remolacha se le atribuyen otros beneficios. Por ejemplo, ayuda a limpiar el organismo, previene la retención de líquidos, evita los problemas de estreñimiento, previene la anemia, es antioxidante y ayuda a adelgazar gracias a su bajo contenido calórico.

Zumo de remolacha para mejorar el rendimiento deportivo

Tal y como confirman los estudios, la remolacha es un gran aliado para mejorar el rendimiento deportivo, algo que lo ha convertido en un alimento presente en la dieta de los grandes deportistas de élite. Es el caso de los jugadores del Paris Saint-Germain quienes, tal y como confesó en 2021 el futbolista Ander Herrera, toman un batido de remolacha antes de los partidos.

Y es que, desde hace años, el Instituto Australiano de Deportes (AIS, por sus siglas en inglés), incluye el zumo de remolacha en su 'Programa de Suplementación para Deportistas' que se creó, tal y como apuntan desde Mapfre “con el objetivo de que los atletas pudieran utilizar los suplementos deportivos y alimenticios de manera correcta y adecuada a cada disciplina”.

Así, está científicamente probado que este zumo mejora el rendimiento de manera llamativa. Algo que ha animado a deportistas de diferentes disciplinas - ciclistas, nadadores, corredores y otro tipo de atletas - a consumirlo.

Estos resultados se deben al alto contenido en nitrato inorgánico del zumo de remolacha. Un compuesto que una vez ingerido es reducido a nitrito, que es absorbido en el estómago y el intestino, siendo la sangre el precursor del óxido nítrico, al que se le atribuyen importantes funciones hemodinámicas y metabólicas, es un buen vasodilatador y favorece la cesión de oxígeno en el músculo.

Aunque cada uno debe adaptarse a sus necesidades, se recomienda un consumo de entre 400 y 500 mililitros de zumo de remolacha diarios un par de horas antes del ejercicio físico.

¿Cómo se prepara? Ingredientes y elaboración

Preparar el zumo de remolacha es muy sencillo. Sus ingredientes son: dos remolachas, una manzana, el zumo de medio limón, un trocito de raíz de jengibre y 200 mililitros de agua.

Para elaborarlo, hay que limpiar y pelar bien las remolachas, y partirlas en trozos junto a la manzana y el jengibre. Añade estos ingredientes junto con el limón y el agua en el vaso de la batidora y tritura un par de minutos hasta conseguir una textura homogénea. Si prefieres que sea más líquido, puedes pasar el zumo por un colador.

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