Convertida en una de las bebidas más populares del mundo, el consumo de té se remonta a tiempos inmemoriales. Originaria de China, son millones de personas las que aseguran tomar al menos una taza de esta infusión al día. Una práctica más que beneficiosa para la salud, tal y como demuestran los estudios. Y es que, desde hace años, son muchas las investigaciones que confirman las buenas propiedades de esta bebida, y más concretamente del té negro.

Aunque todos los tés proceden de la misma planta, conocida como Camellia Sinensis, es el proceso al que es sometida el que determina la variedad de esta infusión que vamos a consumir.

Así, el té negro cuenta con un grado de oxidación del 100 % en cuyo proceso de elaboración se rompen las células de las hojas provocando una reacción química con el oxígeno del aire que da como resultado el color oscuro que da nombre a esta variedad. Además, según su origen y preparación, podemos encontrar diferentes versiones con matices en las notas de su sabor, e incluso con mayor o menos concentración de cafeína. Tal y como apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el té negro es el que más teína tiene.

Considerada por muchos una bebida casi ‘mágica’, el té negro protagoniza numerosos estudios con importantes conclusiones. En el año 2022 la revista médica ‘Annals of Internal Medicine’ publicó un interesante estudio que determinó que el consumo regular de té negro es capaz de alargar la vida.

Según la investigación, llevada a cabo en Reino Unido entre casi 500.000 hombres y mujeres de entre 40 y 69 años, beber a diario té negro se asocia con un menor riesgo de muerte por causas como enfermedad cardiovascular, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular. En concreto, el estudio determinó que aquellas personas que bebían dos o más tazas de té negro al día tenían un riesgo de mortalidad entre un 9 y un 13 por ciento menor.

Beneficios del té negro

Tal y como confirman los expertos, los beneficios del té negro son numerosos. Sin duda alguna, sus propiedades antioxidantes son de lo más admiradas. Y es que esta planta es rica en catequinas y los polifenoles, que ayudan a neutralizar los radicales libres, evitando el daño celular y reduciendo la inflamación en el organismo.

Pero el té negro cuenta con muchos más beneficios:

- Contribuye a disminuir el nivel de colesterol en sangre, motivo por el que es uno de los ingredientes elegidos para algunos de los fármacos utilizados para este fin.

- Favorece la pérdida de peso, gracias a algunas de sus propiedades, como la digestiva o la diurética. Diversos estudios apuntan también a su bajo contenido en calorías y su ayuda a quemar grasa como aliados para adelgazar.

- Protege el sistema inmunitario: los estudios apuntan a que gracias a sus flavonoides, fortalece las defensas y ayuda a reducir las infecciones.

- Reduce los niveles de azúcar en sangre, tal y como han demostrado varias investigaciones.

- Ayuda a prevenir enfermedades cardiacas: los expertos aseguran que los flavonoides del té negro ayudan a mantener las arterias sanas y evitar su endurecimiento.

- Favorece el funcionamiento del sistema digestivo gracias a sus propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir las molestias intestinales y gástricas. También es eficaz para disminuir la diarrea.

- Ayuda a prevenir enfermedades bucales y la aparición de caries, gracias a su contenido en flúor.

- Ayuda a combatir el estrés y la ansiedad de forma natural gracias a su contenido en L-teanina, que promueve la sensación de calma.

- Es eficaz para controlar la presión sanguínea: según un estudio de la Universidad de Australia Occidental, y publicado en la revista ‘Archives of Internal Medicine’, el té negro puede ayudar a combatir la hipertensión, reduciendo tanto la tensión arterial sistólica como la diastólica.

- Al ser una bebida estimulante, favorece la concentración y activa la mente.

- Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, gracias a la cantidad de antioxidantes que tiene, que evitan el daño en los tejidos y manteniendo las células saludables por más tiempo.

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