Andalucía es única. Y para demostrarlo, cuatro restaurantes que este verano están en la cresta de la ola. Enclavados en originales sitios, algunos van bastante más allá de lo que puede ser un restaurante convencional. Otros, rinden pleitesía a la tradición y recuerdan la excelente gastronomía andaluza sin perder sus raíces pero en pleno siglo XXI. Y todos, por supuesto, con las máximas medidas higiénicas y de seguridad.
Cocina ‘kilómetro cero’
Es la sensación de este verano. Azotea Grupo, propietarios entre otros de la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid, siguiendo con su filosofía de crear terrazas en enclaves únicos ha inaugurado para esta temporada El Cuartel del Mar en Chiclana de la Frontera.
Situado frente a la playa de La Barrosa, se trata de una azotea- mirador con restaurante para 100 comensales. El chef es Manuel Berganza y el encargado de los cócteles el acreditado barman Luca Anastasio. Platos de ‘kilómetro cero’, característicos de la zona, con mucha presencia del pescado, aunque también arroces y carnes a la parrilla (¡ay, ese retinto gaditano!).
Alcachofas con queso Payoyo (otro tesoro gaditano este queso), tartar de lomo de atún marinado en 'garum' de anchoa o arroz socarrat son algunas de sus especialidades. Y un especial interés por los vinos generosos en su carta. Los cócteles de Anastasio son perfectos para ver una inolvidable puesta de sol. El Cuartel del Mar cuenta con una sala de exposiciones que se renuevan periódicamente, representaciones de teatro y un D’J que anima las noches.
Una terraza con vistas
DeViú es la nueva terraza frente al puerto deportivo de Málaga del cocinero José Carlos García, uno de los chefs más reconocidos de la ciudad y que cuenta con una estrella Michelin en su restaurante JCG, que lleva las iniciales su nombre. En DeViú hay un ambiente informal y desenfadado donde se puede disfrutar de una carta muy centrada en los ricos productos malagueños, desde los tomates del Guadalhorce con boquerones en vinagre o lomo de sardina ahumada con berenjena asada al fuego.
Entre las especialidades más internacionales del restaurante, los brioches de mantequilla de pastrami o de bogavante con salsa tártara picante. Con precios ajustados, poseen una gran carta de vinos y champagnes y una amplia barra de coctelería, todo en un entorno privilegiado, teniendo como telón de fondo la alcazaba y la catedral malagueña.
El ‘sabor’ de una gran bodega
Un sitio mágico. El restaurante Toro Tapas , situado en pleno corazón de Bodegas Osborne (El Puerto de Santa María, Cádiz), ha inaugurado para la temporada veraniega una preciosa terraza en sus jardines. Con todo el encanto de un espacio centenario, rodeada de grandes parras, es el lugar perfecto para probar la cocina de la zona. Platos como el salmorejo, el tartar de gamba blanca con tobiko o el carpaccio de presa ibérica, yema encurtida, ‘croutons’ y espuma de panceta forman parte de una atractiva carta.
No faltan las clásicas frituras (pavías de merluza, chocos…) ni la tan gaditana tortillitas de camarones. La parrilla es una de sus especialidades para carnes y pescados. En cuanto a vinos, ofrecen la amplia gama de vinos generosos de Osborne junto a referencias de otras zonas, como Rioja o Rías Baixas. Y como postre, una crema de tocino de cielo, también característica de la zona.
Restaurante asador marbellí
El nuevo Leña en Marbella es el restaurante paraíso de los carnívoros… ¡y mucho más!. El cocinero Dani García parece empeñado en demostrar que en la variedad está el gusto y para este nuevo restaurante ha elaborado una amplísima carta que recuerda a Bibo (sólo en su extensión, no en contenido). Una propuesta centrada en la materia prima y las brasas, de ahí su nombre, en un local decorado por Astet Estudio ‘ad- hoc’: piedra, madera y negro y rojizos como colores dominantes, en un local interior y oscuro pero precioso y original, con las carnes en cámaras a la vista.
La oferta va de las entradas vegetales a la brasa (pretzel de ternera o empanada de pisto…), carnes prácticamente de cualquier corte y dos pescados. Mención aparte merecen los ‘yakipinchos o espetos de carne’ (el espeto, usualmente de sardinas, es típicamente malagueño) con distintas variedades de pollo o wagyu A5); también los escalopes de ternera blanca fritos en mantequilla francesa como hacen en Austria y determinadas partes de Suiza. No es que sea un lugar muy veraniego, pero los aficionados a los asadores se darán un festín.
Cuatro restaurantes diferentes y originales pero con el común denominador de estar en el sur, una tierra mágica en la que la gastronomía también es protagonista.
