Ciencia

Mundial Brasil: el saque histórico de un parapléjico con exoesqueleto que nadie vio

El momento más esperado de la ceremonia inaugural del Mundial de Brasil 2014, en el que un parapléjico caminaría con un exoesqueleto para hacer el saque de honor, ocupó exactamente dos segundos en la retransmisión televisiva. Durante meses, los organizadores llamaron la atención sobre este hito que se ha convertido en un gran fiasco.

  • El saque de honor con exoesqueleto pasó desapercibido para los espectadores

Dos segundos de televisión. A eso se ha reducido el momento que durante meses anunciaron los organizadores del Mundial de Brasil 2014 como un hito en la historia de la ciencia. El equipo de Miguel Nicolelis, neurocientífico de origen brasileño de la Universidad de Duke, ha trabajado durante dos años para que el saque inicial del campeonato lo realizara una persona parapléjica provista de un exoesqueleto que le permitiría caminar.

Como adelantamos en Next, las prisas y los problemas burocráticos convirtieron el supuesto hito en un mero espectáculo sin trascendencia científica, puesto que Nicolelis no pudo utilizar implantes cerebrales sino la tecnología, mucho menos preciso, del electroencefalograma. Aún así, los organizadores habían anunciado que el protagonista caminaría unos metros antes del saque y que el mundo entero podría asistir a un momento único en el que Brasil mostraría su potencial científico.

https://youtube.com/watch?v=TbVz8xZCVuk%3Frel%3D0

"Solo con conseguir que los niños hablen un rato de ciencia y no solo de fútbol ya será un logro", anunciaba Nicolelis. después del fiasco, el neurocientífico se ha limitado a anunciar un lacónico "We did it!" (Lo hicimos) en su cuenta de Twitter y buena parte de los espectadores se han perdido el anunciado hito histórico. La realización ha mostrado imágenes del parapléjico dando un pequeño chute al balón y ha desaparecido de pantalla en dos segundos. Dos años anunciando un gran momento científico que se ha quedado en la nada.

En Next: La verdad sobre el exoesqueleto del Mundial de Brasil 2014: más espectáculo que ciencia

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