Anticipar cuáles pueden ser las consecuencias del anuncio histórico realizado esta tarde por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el abandono del Acuerdo Climático de París es un poco arriesgado porque hay muchas variables en juego. Pero en las últimas semanas varios grupos de científicos han realizado distintas simulaciones por ordenador y artículos de análisis en los que se consideran las distintas posibilidades de cara al futuro.
El Acuerdo de París - firmado por 195 países- tiene un objetivo principal a largo plazo, que es conseguir “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales” (recordemos que ya estamos un grado por encima de esos niveles). El acuerdo, que contempla medidas de control y revisión, se fija como meta llegar al año 2100 habiendo frenado la escalada de temperatura en la que la actividad humana ha inmerso al planeta en los últimos 200 años. En este reparto tareas, corresponde a Estados Unidos una reducción del 21 por ciento de las emisiones, con lo que su renuncia supone un buen pellizco a los objetivos.
Se calcula que Estados Unidos contribuiría con sus actividades a aumentar la temperatura global unos 0’3 grados
Algunos climatólogos han calculado que esto supondría un aporte extra, o no previsto, de 3.000 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y que Estados Unidos contribuiría con sus actividades a aumentar la temperatura global unos 0’3 grados Celsius sobre la cifra total. Parece poca cosa - el propio Trump lo ha usado como argumento - pero es una cifra muy significativa si tenemos en cuenta lo difícil que es frenar la dinámica de calentamiento y sus consecuencias. Pero además las cuentas no son tan sencillas, porque a pesar de la negativa de Trump a seguir el nuevo protocolo, hay quien considera que la propia dinámica productiva hará que el país estabilice sus emisiones, que ya lleva años con una marcada tendencia a desplazar los combustibles fósiles por las fuentes renovables. ¿Renunciarán los EE.UU. al desarrollo de nuevas tecnologías como el coche eléctrico y se aferrará al carbón mientras el resto del mundo despega en una revolución tecnológica?
Responder a todas estas cuestiones es muy aventurado, pero en Next hemos querido resumir los principales escenarios que podrían darse en el futuro más próximo de acuerdo con los artículos científicos más recientes sobre el asunto. Son los siguientes:
Escenario 1. Todos siguen el ejemplo de Trump: el apocalipsis
Michael Mann, climatólogo y profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania, asegura en The New Republic que si el acuerdo de París se deshace por culpa del gesto de Estados Unidos, es decir, si los países siguen su ejemplo y optan por no reducir sus emisiones, el aumento de las temperaturas sería de unos 5 grados por encima de los niveles preindustriales, o incluso más. Los investigadores Ben Sanderson y Reto Knutti exploraron hace unos meses ese mismo escenario en Nature Climate Change y estimaron que las posibilidades de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados en 2100 descienden hasta quedar en un 10 por ciento. Y no solo eso. Si el mandato de Trump durara ocho años y después de intentara dar la vuelta a la situación, llevaría entre 15 y 25 años extra volver a ponerse en la senda que tengamos cuando se firmó el acuerdo de París en 2016.
Escenario 2. EEUU se queda solo y los demás compensan su salida
Otra posibilidad que está ganando peso en las últimas horas es que el resto de la comunidad internacional se tome este gesto como un acicate y redoble su compromiso contra el cambio climático aislando a Estados Unidos y sus políticas proteccionistas. Desde el servicio de The Climate Action Tracker ha realizado recientemente un análisis que sugiere que el progreso de India y China en materia de emisiones podría ser suficiente para compensar la salida de Estados Unidos del pacto. Una tendencia positiva en el resto del mundo podría convertir en irrelevante lo que hiciera en EE.UU., aseguran. Otras fuentes apuntan a que al aferrarse a los combustibles fósiles haría que Estados Unidos quedaría al margen de la innovación, y ese es una carro que sus propias empresas no están dispuestas a perder.
Escenario 3. A pesar de la salida de Trump, no pasa nada
En un artículo reciente en Nature Climate Change, el investigador australiano Luke Kemp sostiene que la permanencia de Estados Unidos dentro del acuerdo de París era meramente simbólica y no tendría efectos sobre las emisiones. En su análisis, Kemp asegura que tener a alguien como Trump dentro del acuerdo es mucho peor que no tenerlo y habría debilitado los posibles pactos y nuevas oportunidades, de modo que es casi “mejor que esté fuera que dentro”. De hecho, en otras ocasiones, como Kyoto, EE.UU. se quedó al margen y el resto del mundo se puso las pilas sin que fuera relevante su ausencia.
Escenario 4. Trump consigue renegociar un pacto más ventajoso
Es una aspiración que ha dejado caer el propio Trump varias veces durante el anuncio de su salida del Acuerdo de París, pero teniendo en cuenta las “dotes diplomáticas” mostradas por el mandatario estadounidense en los primeros meses, parece un escenario poco probable.
Escenario 5. Trump no dura ocho años y todo era una pesadilla
En este escenario sus propios escándalos internos debilitan su posición y su mandato termina con un ‘impeachment’. Es la opción con la que fantasea buena parte de los estadounidenses que no comparten la visión del “America first” y las estrambóticas salidas de tono de su líder.