Además del agua salada que emerge estacionalmente sobre la superficie de Marte, los científicos hace tiempo que conocen que el agua corrió por el suelo marciano en ríos y océanos en el pasado. En su exploración sobre el terreno, el robot Curiosity fotografió hace meses diferentes piedras con formas redondeadas cerca del cráter Gale que son la mejor prueba obtenida hasta ahora de que en el planeta rojo corrió el agua por ríos en el pasado. Pero, ¿qué, información podemos obtener de esos cantos rodados?
Las rocas fotografiadas por Curiosity viajaron kilómetros en una corriente
El equipo de Douglas Jerolmack presenta esta semana en Nature Communications un método para conocer mejor el origen y recorrido de estos cantos rodados a partir de una comparativa con el comportamiento de estos materiales en torrentes de la Tierra. La técnica se basa en el análisis de la masa perdida por las piedras durante su recorrido y les ha permitido establecer que las rocas fotografiadas por Curiosity viajaron decenas de kilómetros arrastradas por la corriente de un río.
Los experimentos de Jerolmack y su equipo consistieron en el análisis de diferentes guijarros transportados por corrientes en ríos de Puerto Rico y Estados Unidos para conocer la distancia recorrida únicamente a partir de su forma. Una vez validado su modelo con los datos de la Tierra, los investigadores utilizaron el sistema para analizar las rocas fotografiadas por el vehículo explorador en Marte. Con esta técnica, esperan, mejorará nuestra capacidad para comprender determinados movimientos geológicos en otros planetas.
Referencia: Reconstructing the transport history of pebbles on Mars (Nature Communciations) DOI 10.1038/ncomms9366