Asumimos en general que leer libros de ficción es bueno para la salud mental y para mantener la mente ágil, pero ¿qué se sabe científicamente de estas afirmaciones? En un artículo de análisis publicado en la revista Trends in Cognitive Sciences, la psicóloga Keith Oatley se hace esta misma pregunta y ofrece algunas pistas sobre los beneficios de consumir ficción en varios formatos.
“Los investigadores empiezan a reconocer que la imaginación es importante”
"Hay bastante entusiasmo por el tema ahora", escribe la autora, "en parte debido a que los investigadores empiezan a reconocer que la imaginación es importante". En su artículo Oatley cita un estudio reciente en el que los investigadores sometieron a resonancia magnética funcional a varios voluntarios para ver su actividad cerebral cuando les decían una frase breve como "una carpeta azul oscuro" o "un lápiz de rayas naranjas". Lo que vieron en las neuroimágenes era que la actividad de regiones como el hipocampo aumentaba, lo que indica que unas pocas palabras pueden disparar la memoria y la imaginación. "Los escritores no necesitan describir los escenarios de forma exhaustiva para dibujarlos en la imaginación del lector", sugiere Oatley. "Solo necesitan sugerir la escena".
En otro trabajo sobre el tema, la propia autora y el investigador Raymond Mar midieron la respuesta empática de los sujetos en función de su experiencia con la ficción. La prueba consistía en mostrar fotografías de los ojos de diferentes personas a los 36 participantes y pedirles que dedujeran el estado de ánimo de sus propietarios. Aquellos que consumían literatura, cine o series de ficción puntuaban mucho más alto que los demás. Un efecto similar se ha visto en otros estudios, lo que sugiere a juicio de Oatley, que estas personas tienen más facilidad para "engancharse a los personajes sobre los que podemos pensar".
"La característica más importante de los seres humanos es que nuestras vidas son sociales", escribe Oatley. "Lo que es distintivito de los humanos es que nos relacionamos con otros personas - amigos, amantes, niños - que no están preprogramadas por instinto. La ficción puede ayudarnos a entender nuestra experiencia social". En algunas ocasiones, la lectura puede combatir nuestros prejuicios. Un estudio demostró hace unos años que las personas que leían un fragmento del libro Saffron Dreams, de Shaila Abdullah (que va sobre la vida de una mujer musulmana en Nueva York) tenían menos prejuicios raciales que el grupo control que leía un texto cualquiera no narrativo.
“Cuando estás leyendo o viendo una ficción, estás tomando un pedazo de conciencia ajena y haciéndolo tuyo”
Para Oatley, "cuando estás leyendo o viendo una ficción, estás tomando un pedazo de conciencia ajena y haciéndolo tuyo. Y eso es una idea emocionante". Por eso sugiere que se estudie mejor esta pasión de los seres humanos por escuchar historias y que se realicen estudios más detallados entre los efectos que produce la lectura de historias inventadas frente a la lectura de historias de no ficción y ver si las personas más propensas a uno u otro tienen diferencias psicológicas.
Referencia: Fiction: Simulation of Social Worlds (Trends in Cognitive Sciences) | Imagen: Giles Cook (Flickr, CC)