Según también ha explicado en su página web la Federació Catalana de Gimnàstica, Andreu Vivó murió súbitamente al sufrir una parada cardíaca practicando una de sus aficiones, el deporte de montaña.
El deportista se encontraba haciendo una travesía nocturna con un compañero y empezó a encontrarse mal, lo que motivó que su compañero llamara sobre las 22.00 horas al teléfono de emergencias 112. Se hallaban en la zona del Pedregar, inaccesible con vehículo y también lo fue con helicóptero medicalizado porque era de noche, lo que obligó a la policía, un médico del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) y los Bomberos de la Generalitat a un dificultoso y largo rescate a pie.
El joven fue bajado con una camilla de los Bomberos y reanimado durante el trayecto por el médico del SEM, pero falleció por el camino, según las mismas fuentes policiales, y en el Hospital Sant Joan de Déu de Manresa no pudo hacerse nada por su vida.
Vivó, nacido en Barcelona pero que había fijado su residencia en Manresa, participó con el equipo español de gimnasia en los Juegos Olímpicos de Sidney de 2000, y ganó cuatro medallas entre los Juegos Mediterráneos de Túnez (2001) y de Almería (2005).
En Túnez, obtuvo la plata en paralelas y barra fija, y el bronce en el concurso de hombres por equipos, y en Almería, el oro en el concurso de hombres por equipos, según recoge el Comité Olímpico Español (COE) en su ficha.