La cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones ofrece ya al Atlético de Madrid la opción de asegurar su clasificación para los octavos de final, de los que sólo le separa un triunfo ante el Rostov ruso, al que recibe este martes en el Vicente Calderón en un nuevo ejercicio ofensivo.
De las nueve combinaciones posibles de resultados de este martes, cinco le aseguran ya una plaza en la siguiente ronda: la victoria, sea cual sea el resultado entre el Bayern Múnich y el PSV, e incluso el empate, si el conjunto holandés iguala o pierde. Un punto no es suficiente si no se cumple ese condicionante. Tampoco la derrota.
A la vez, un triunfo contra el Rostov dimensiona sus opciones de terminar al frente del cuarteto hasta el punto de que podría valerle un empate en la última cita en Múnich -si el Bayern gana o iguala hoy con el PSV y vence en Rusia- o incluso con un punto en la siguiente jornada ante el club holandés, si el equipo alemán pierde.
Entre todas esas probabilidades se mueve el Atlético en el ecuador de la fase de grupos de la Liga de Campeones, sin pensar más allá que en el encuentro y en la victoria este martes y lanzado en el torneo como el líder del cuarteto, como uno de los tres equipos que lo han ganado todo y como uno de los dos que no han recibido ningún gol en las tres primeras jornadas, junto al Leicester inglés.
Un cien por cien de triunfos que también le sitúa a uno de su mejor inicio de la historia en la máxima competición europea, con cuatro victorias en el curso 2013-14, en el que fue finalista, y que confirma el potencial y el notable comienzo de temporada del equipo rojiblanco, reencontrado el sábado con su alto nivel ante el Málaga.
Fue un triunfo reafirmante, por todos los registros que controló en un partido de variadas circunstancias, por su fútbol, sus goles y sus ocasiones en la primera hora y por su forma de encarar y limitar al Málaga en inferioridad numérica en los 30 minutos finales, y la mejor forma de superar por rapidez y calidad la derrota de Sevilla.
También de consolidar su funcionamiento colectivo y las sensaciones formidables de muchas de sus individualidades, como el belga Yannick Carrasco, con seis goles en los últimos cuatro choques, o los franceses Kevin Gameiro, cuya adaptación ya es más que completa -suma cinco tantos y tres asistencias-, y Antoine Griezmann, que, a falta de tantos en los últimos cuatro partidos, reparte pases de gol, destreza y fútbol en los encuentros recientes.
Entre los tres desmontaron la defensa de cinco hombres que planteó el Málaga, la misma que formará el Rostov, que encadenaba 26 duelos invicto en su estadio, hasta que lo visitó el Atlético, y que baja notablemente su rendimiento como visitante. Un triunfo, dos empates y siete derrotas resumen sus diez desplazamientos de este curso. En los últimos cinco, además, no ha marcado ningún gol.
Su perfil defensivo propondrá otro reto ofensivo para el equipo rojiblanco, con 19 goles en sus seis encuentros de este curso como local, una media de más de tres tantos por partido en el Calderón, donde el técnico probablemente incluirá este martes variaciones en el once, como la posible entrada de Fernando Torres por Gameiro y la vuelta de Koke Resurrección, tras cumplir un encuentro de sanción.
Son dos probables cambios en la alineación, en la que podría haber más rotaciones. Por ahí, Gabi Fernández, que ha jugado los últimos siete partidos completos -en el otro disputó 76 minutos-, o el brasileño Filipe Luis, que lo ha jugado todo desde el principio de esta temporada, podrían tener descanso en el duelo con el Rostov.
El portero Jan Oblak; los defensas Juanfran Torres, Stefan Savic, que no jugará en San Sebastián el próximo sábado, y Diego Godín; Saúl Ñíguez y Yannick Carrasco por las bandas, una vez que Nico Gaitán se recupera de un golpe en la cadera; y Antoine Griezmann, en punta, parecen fijos en la alineación titular de este martes.
Enfrente, el Rostov, que viaja a Madrid hecho un mar de dudas, tras sufrir el fin de semana un nuevo traspiés en el campeonato ruso, y muy necesitado de puntos si quiere clasificarse, como mínimo, para la Liga Europa.
Los rusos volvieron a caer el domingo por la mínima, en esta ocasión en el estadio del Amkar (1-0), el equipo revelación de la Liga de su país, aunque ésta vez merecieron un mejor resultado. Por ello, el subcampeón de Liga ha caído a la séptima posición, a once puntos de los líderes, el Spartak Moscú y el Zenit.
Eso sí, el equipo dirigido en la sombra por Kurbán Berdíev reservó a siete titulares habituales, incluido el portero internacional Dzhanáev, con la vista puesta en el partido del Vicente Calderón.
El exmadridista César Navas, un veterano de 36 años, recibió descanso por motivos familiares, a los que se sumaron jugadores claves como el ecuatoriano Noboa, el moldavo Gatskan o el delantero Poloz.
El equipo había dado muestras de cansancio en las últimas semanas, por lo que Berdíev decidió revolucionar el equipo, frescura que los rusos esperan aprovechar para dar la sorpresa al Atlético.
Berdíev ya ganó en el Calderón hace tres temporadas cuando dirigía al Rubín Kazan en la Liga Europa (0-2), pero el equipo español es ahora mucho más fuerte, aunque el técnico, Diego Simeone, sea el mismo.
Permanece la duda del todoterreno Kalachov, que se perdió el encuentro disputado en Rostov (0-1), y si el equipo ruso jugará con uno o dos delanteros, ya que la defensa de cinco parece innegociable en estos momentos.
En caso de derrota, el conjunto ruso, que suma un solo punto, se jugaría el todo por el todo dentro de tres semanas ante el Bayern Múnich de Carlo Ancelotti, que ya le endosó cinco goles en la primera jornada de la 'Champions'.