Según informa el rotativo inglés The Indepent, el Atlético de Madrid podría verse obligado a vender a alguna de sus estrellas para afrontar el financiamiento del nuevo estadio Wanda Metropolitano.
Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo involucraron en la construcción del estadio a sus socios chinos del Grupo Wanda y al multimillonario mexicano Carlos Slim para cubrir los fondos necesarios para poder iniciar la temporada 2017/2018 en el nuevo campo.
Wanda se integró en el accionariado del Atlético. El desembarco de Slim se produce más tarde. En noviembre de 2014, el multimillonario mexicano, uno de los hombres más ricos del mundo y muy relacionado con el fútbol en su país y en España, donde es dueño del Real Oviedo, se convirtió en el mayor accionista de la empresa constructora FCC. En 2015, la empresa retomó la construcción del nuevo estadio gracias a que el Banco Inbursa, cuya propiedad es de Slim, aportó 160 millones de euros al Atlético para que pudieran completar la construcción de la Peineta.
Nunca se han llegado a hacer públicos los detalles del préstamo, pero se especula con que existe un compromiso de devolución rápida de esos 160 millones de euros al banco de Slim o el mexicano pasaría a controlar acciones del club.