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Méliz, plata para España en salto de longitud

El saltador de origen cubano, segundo en salto de longitud, logra la cuarta medalla para el equipo español en los europeos de Helsinki, la tercera en esta especialidad. 

Luis Felipe Méliz, nacido en Cuba hace 32 años, consiguió su primera medalla con la nacionalidad española, adquirida en 2007, al obtener el segundo puesto en la final de longitud de los campeonatos de Europa con un salto de 8,21 metros sólo superado por el alemán Sebastian Bayer (8,33). Se trata de la tercera medalla de plata europea de un atleta español en esta prueba. Antonio Corgos ya fue subcampeón en Atenas'82 y Ángel Hernández lo fue en Split'90. El alicantino Eusebio Cáceres terminó quinto con los 8,06 metros de su sexto y último esfuerzo.

En posesión de una marca personal de 8,43 metros, conseguida hace ya doce años en Jena (Alemania), Méliz había conseguido plata y bronce en Panamericanos, pero nunca había subido a un podio internacional como español. El alemán Sebastian Bayer, que había deslumbrado en la calificación con 8,34, estuvo hoy a punto de quedar fuera de la mejora pero le salvó un salto de 8,03 en tercera ronda que le regaló tres nuevos intentos. En el quinto se fue a los 8,33.

Méliz, en único atleta español que había superado los 8 metros este año (8,01 el Barcelona y 8,00 en Budapest), abrió con un salto de 7,97 y en su segundo, batiendo al límite de la tabla, se puso en cabeza con 8,21, aprovechando un viento favorable de 1,7 metros.

Nacido en Villa Clara (Cuba) el 11 de agosto de 1979, el discípulo de Juan Carlos Álvarez, debutó como español en los Juegos de Pekín 2008 con un séptimo puesto, y hace dos años, en los Europeos de Barcelona, terminó undécimo.

Eusebio Cáceres empezó con 7,62 y, tras un nulo, se entonó en el tercero: 7,92, marca que le abrió las puertas de la mejora. Su mejor marca llegó al final: 8,06 que le auparon al quinto lugar. Cáceres, de 20 años, sólo ha superado esta temporada los ocho metros en pista cubierta. Al aire libre llegaba con una marca de 7,98, y a la final había pasado con la segunda peor marca de los doce finalistas. El alicantino ya estuvo en la final de Barcelona 2010, donde fue octavo con 7,93 después de haber batido en la calificación el récord de Europa júnior con 8,27. 

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