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Un debutante de 22 años se lleva la primera etapa

Se llama Peter Sagan, eslovaco de 22 años, y, pese a ser debutante en el Tour, se impuso al sprint al veterano Cancellara.

El eslovaco Peter Sagan (Liquigas), debutante en el Tour a los 22 años, demostró el potencial que le señala como el nuevo Canibal del pelotón al adjudicarse la primera etapa disputada entre Lieja y Seraing, en Bélgica, de 198 kilómetros, en un duelo con el suizo Fabian Cancellara (Radioshack), que conservó el maillot amarillo. Sagan es el ganador más joven de una etapa de la ronda francesa desde que en 1993 lo hiciera el estadounidense Lance Armstrong.

A la primera oportunidad, El Bicho presentó sus credenciales, y además con tremenda clase. En la última y definitiva subida, a 2 kilómetros de la meta, se pegó a la rueda de Cancellara, que había atacado abriendo hueco, mantuvo el pulso con el líder y luego le sobrepasó con poderío, alcanzando la meta sobrado, un claro K.O que festejó con gestos de suficiencia.

El ciclista de Zilina hizo estéril el esfuerzo de Cancellara y del noruego Edvald Boasson Hagen, otro hombre del líder, que llegó tercero. El solo se bastó para impartir la primera lección. Nada extraño, pues también debutó el año pasado en la Vuelta a España y se llevó tres etapas.

El pelotón entró en el mismo tiempo con tres candidatos previos al frente, el belga Philippe Gilbert (BMC), el holandés Bauke Mollema (Rabobank) y el español Alejandro Valverde (Movistar) que no pudo entrar en la pelea al quedarse. El ciclista de Murcia quiso atacar de lejos pero se encontró "cerrado por Robert Gesink".

Los favoritos se movieron al final, sobre todo el australiano Cadel Evans, que lo intentó antes que Cancellara, pero entraron juntos, en el mismo tiempo, por lo que la general no se movió. Cancellara seguirá de amarillo con 7 segundos de ventaja sobre el británico Bradley Wiggins (Sky) y el francés Sylvain Chavanel (Omega).

Una larga primera etapa en línea de casi 200 kilómetros que unió dos ciudades con sabor a clásica de primavera gracias a la decana Lieja-Bastoña-Lieja, simbólico escenario para un día de estreno. Primeras escapadas, las caídas de rigor, y expectación ante un final en repecho que debía evitar el lucimiento de los llegadores en favor de los "rematadores" en finales en cuesta, tipo Valverde o Philippe Gilbert, el ídolo local que tuvo al público pendiente de su maillot de campeón belga contrarreloj. No tardó en formarse la fuga. De salida 6 hombres decidieron salir del pelotón: Pablo Urtasun (Euskaltel), Yohann Gene (Europcar), Maxime Bouet (Ag2r), Nicolas Edet (Cofidis), Anthony Delaplace (Saur) y Michael Morkov (Saxo Bank), éste último a 24 segundos de Cancellara, el mejor clasificado.

Escapada condenada de antemano, nada peligrosa, pero puso a trabajar al Radioshack todo el día en defensa del maillot amarillo de la locomotora suiza. Los hombres de Alain Gallopin, a ritmo cómodo, pero constante, estabilizaron la fuga en torno a los 3 minutos. Se instaló la paciencia en el grupo, los favoritos a buen recaudo y los cazaetapas aguardando su momento. Cuestión de tiempo.

Un guión reservado para el final del trayecto, en el repecho de 2,4 kilómetros al 4,7 por ciento que desembocaba en Seraing, ciudad que aún recuerda la demostración del español Miguel Indurain en la cronometrada de 1995, último año triunfal del campeón navarro. Pero en el estreno del Tour todo el mundo va fuerte y quiere estar delante. Y pueden surgir percances.

A 25 de meta empezaron los nervios. La ventaja de la avanzadilla era de 45 segundos y por detrás dos caídas en unos centenares de metros implicaron al trío de españoles compuesto por Alejandro Valverde, que quedó cortado, José Joaquín Rojas y Luis León Sánchez, el más perjudicado con un fuerte golpe en la muñeca, y al australiano Michael Rogers. Antes también se fue al suelo el alemán Tony Martin (Omega).

El BMC de Evans pasó al mando, lo que terminó de neutralizar al sexteto en fuga a 10 de meta. Al menos, uno de ellos, el danés Morkov tuvo premio: estrenó el maillot de la montaña. Ya era otra etapa, la esperada. Lucha sin cuartel a ritmo frenético en busca de la mejor posición, esa que reduce el riesgo de caídas y coloca a las bazas de cada equipo para el asalto final.

El Lotto y Vacansoleil trataron de imponer su ley, pero se vieron sorprendidos por el salto de Chavanel a 1,9 kms de la pancarta. El ciclista galo no se despegó porque se le echó encima Cancellara. Palabras mayores. Ese ataque iba en serio. Abrió hueco y se quedaron todos, menos Sagan, que se soldó a rueda. La etapa ya era cosa de dos, aunque se unió con mucho esfuerzo Boasson Hagen.

En un esprint, Sagan es poco menos que imbatible. Este joven eslovaco es un cohete que puede llegar a lo más alto del firmamento ciclista. Se presentó en sociedad en el Tour de Francia con una victoria que es la decimocuarta de la temporada. Brillante en su ejecución, inapelable. De futuro campeón. Ya se le compara con el mito belga Eddy Merckx.

"Es impresionante lo que ha hecho con 22 años, ha superado a un ciclista tan importante como Cancellara y no veo quien le pueda ganar en la clasificación por el maillot verde", dijo el propio mito belga, también sorprendido.
El joven del Liquigas no procede de la pista, sino de la bicicleta de montaña y del ciclocross, donde también destacó con oro y plata mundial respectivamente en 2007. En esta temporada brilló en primavera: cuarto en la San Remo, segundo en la Gante Wevelgem, quinto en Flandes, tercero en la Amstel y 5 triunfos de etapa en la Vuelta a California y cuatro en la de Suiza. Antes de llegar al Tour, sus amigos le pidieron que si ganaba, lo celebrase con un gesto de suficiencia. Ya se lo pueden agradecer. Cumplió su palabra. La palabra de un campeón de muchos quilates.

La segunda etapa se disputará entre Visé y Tournai, aún en Bélgica, de 207 kilómetros, propicia para la primera llegada masiva. Los bólidos del pelotón en acción. 

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