Unos 45.000 aficionados lucirán este miércoles una careta con el rostro de Cristiano Ronaldo en el partido de Liga de Campeones que el Real Madrid jugará en el Santiago Bernabéu ante el Galatasaray. La iniciativa, ideada por las peñas del club blanco, es una consecuencia más del bombardeo mediático que por prensa, internet, tele y radio reciben los aficionados de todo el mundo para crear una corriente favorable al futbolista portugués.
Es indudable que el 7 del Real Madrid está en un momento de forma excepcional, aunque de no ser por la absurda broma de Blatter mofándose de él, el Balon de Oro tenía dueño casi seguro: Ribéry.
Pero el presidente de la Fifa se asustó por la repercusión mundial de su payasada en Oxford y, en una decisión sin precedentes, amplió el plazo de votación hasta el 29 de noviembre. La disculpa fueron los partidos de repesca para el Mundia en los que, casualmente, Cristiano brilló y fue decisivo para llevar a Portugal a Brasil tras eliminar a Suecia.
Messi, en baja forma y ahora lesionado, casi estaba descartado, pero Ribéry ya contaba con el Balón de Oro. Y, por lo visto, no se da por vencido por la ola, maremoto, en la parece ir subido Cristiano. El francés considera que merece el galardón más que el portugués porque ha ganado más títulos con su club y porque su concurso en el Bayern de Múnich y en la selección ha sido tan decisivo como el del luso.
"Es cierto que Cristiano Ronaldo ha marcado goles, pero yo también. Es verdad que él ha marcado más, pero no tenemos el mismo perfil de juego. Puede que yo no marque tanto, pero incendio las defensas", afirmó el futbolista galo en una entrevista publicada este lunes por Le Monde.
El jugador indicó que en la pasada repesca contra Ucrania, en la que Francia logró el billete para el Mundial de 2014, su actuación fue decisiva: "Provoqué la expulsión de tres jugadores en dos partidos (dos directamente y uno por suspensión en el segundo) y estuve presente en dos de los tres goles de Francia (logrados por Sakho y Benzema) en el Estadio de Francia".