Que el independentismo catalán lleve años alimentando el odio a España para mantener encendida la llama de su pretensión política no justifica que desde el resto de España algunos pretendan criminalizar a toda Cataluña, utilizando además al deporte y propagando bulos, sobre todo por las redes sociales, que calientan un ambiente ya de por sí peligrosamente caldeado.
Desde la atronadora y lamentable pitada al himno español en la final de Copa disputada por Barcelona y Athletic en el Camp Nou, cualquier cita deportiva en la que participan catalanes o se celebra en Cataluña intenta ser manipulada por unos y otros en una especie de carrera por vengar la afrenta sufrida en el estadio azulgrana.
Sucedió la semana pasada en León durante la concentración de la selección española de fútbol, donde Gerard Piqué, defensa catalán, fue pitado e insultado por numerosos aficionado, tanto en los entrenamientos como en el partido amistoso jugado ante Costa Rica.
Y días después, dos capítulos de presuntas noticias, una exagerada y otra falsa, ilustran esta peligrosa deriva de agresividad.
La primera tuvo lugar en el circuito de Barcelona, durante la ceremonia de entrega de premios de la carrera de MotoGP del GP de Cataluña. Jorge Lorenzo, ganador, se subió a lo más alto del cajón y se dispuso a escuchar el himno español. Se oyen bastantes silbidos de aficionados allí presentes, que no pocos medios de comunicación definieron inmediata y contundentemente como una nueva pitada al himno.
Es cierto que algunas de esas protestas, las menos, fueron proferidas contra el himno por un puñado de personas que exhibieron también banderas independentistas catalanas. Pero la gran mayoría del abucheo tenía otro origen. Y lo explicó el propio afectado, Jorge Lorenzo: “Yo creo que son fans de Valentino Rossi los que me silban. Tengo bastantes fans, y hay mucha gente con la bandera ‘Lorenzo’s land’. Los de Valentino creen que soy su enemigo y su gran rival, también me pasa con los de Márquez. El 80% del paddock son fans de Valentino y por eso cuando me presentan en el podio, me silban”.
De nada sirvieron ni estas declaraciones ni el hecho de que algunos medios especializados recordasen que Lorenzo, compañero y enemigo de Rossi en el equipo Yamaha, sea silbado habitualmente en muchos circuitos por los incontables tifosi que posee una leyenda como Rossi a lo largo y ancho del mundo. El titular siguió y sigue siendo: "Gran pitada al himno español en honor de Jorge Lorenzo".
Muy pocas horas después, un equipo catalán de fútbol, el Girona, vivió un drama deportivo pocas veces conocido en modalidad alguna. Después de haber perdido el ascensor de Primera -nunca ha estado en la máxima categoría- porque el Lugo le marcó un gol en el último suspiro del último partido de Liga regular, los gerundenses se habían repuesto anímicamente goleando (0-3) al Zaragoza en el encuentro de ida del playoff. Todo parecía hecho para la vuelta, disputada en casa por los rojiblancos. No fue así. Llegó el segundo mazazo, los aragoneses vencieron 1-4, y este miércoles se empiezan a jugar la plaza en el cielo balompédico español ante Las Palmas.
No contentos con los dos palos deportivos recibidos por el Girona y su afición, comenzaron a circular por Twitter mensajes con una foto de uno de los fondos del estadio de Montilivi que apenas necesita explicación. Ejemplo:
Enhorabuena al Zaragoza pr eliminar al Girona cuando vi la pancarta q pusieron:ESPAÑOLES PERROS me dio doble alegría pic.twitter.com/LJ82wY3oKS
— Francisco González (@fagofe56) June 15, 2015
La bola fue creciendo y, a idéntico ritmo, también fue aumentando el número de aficionados y ciudadanos españoles que se alegraban de la desgracia deportiva del Girona.
Lo que la mayoría de esa gente no sabe, ni seguramente sabrá nunca, es que la foto de la discordia fue realizada hace 7 años, durante otra eliminatoria de ascenso, en este caso de Segunda B a Segunda. El rival entonces fue el Ceuta y, según aseguran testigos, el primer partido se jugó en la ciudad africana, donde recibieron a los catalanes con una pancarta que rezaba: "Perros Polacos".
En la vuelta, un grupo ultra del fondo norte del estadio del Girona respondió con otro penoso lema: "Mejor polacos, que perros españoles". En la foto se aprecia que la pancarta esta doblada, pero se distingue la 'e' final de la palabra "que". Por cierto, entonces los catalanes sí lograron el ascenso.
Lo que nadie cuenta es lo que escribe en un foro de Internet un seguidor catalán habitual en el estadio de Montilivi: "Esta pancarta corresponde al partido Girona–Ceuta, válido para la promoción de ascenso a Segunda División A y disputado en Junio de 2008. Siete años después, el pasado domingo, en el mismo sector del campo se mostró un gran estelada durante el decisivo partido Girona–Lugo, donde el club local tenía la posibilidad de subir a Primera. En ambos partidos estuve presente y... ¿sabéis cuál fue la agradable sorpresa? Pues que hace siete años nadie dijo nada en contra de la pancarta, mientras que este pasado domingo fueron muchos los que silbaron la aparición de la estelada y, con sus silbidos, acallaron los consabidos gritos de in-de-pen-den-cia, que ya no volvieron a escucharse en todo el partido. Aunque a algunos les parezca tarea casi imposible, yo lo tengo clarísimo…desde la Cataluña “profunda” también se puede combatir al nacionalismo profundo".
Se ve que a algunos, tanto en Cataluña como en el resto de España, les interesa más usar algo tan noble como el deporte para fomentar el odio.