Según desglosa la resolución, la mitad de la sanción, un total de cuatro partidos, nace del artículo 96 del Código Disciplinario de la RFEF, referido a "producirse con violencia leve hacia los árbitros", después de que Simeone propinara dos pequeños golpes en la cabeza al cuarto árbitro. "En cuanto a mi sanción mucho respeto para quien toma las decisiones", se limitó a comentar Simeone tras el partido de Vallecas (0-0).
Otros dos partidos llegan en aplicación del artículo 120, referido a las protestas arbitrales, y, de los otros dos encuentros que completan la sanción, uno es por aplaudir la expulsión (artículo 122: conductas contrarias al orden deportivo) y otro por quedarse en la grada detrás del banquillo (artículo 114.3: expulsión directa).
Simeone ha sido castigado con dos partidos "en aplicación del artículo 120, con multa accesoria en cuantía de 700 euros al club y de 600 al técnico (artículo 52.3 y 4)". El técnico del Atlético deberá cumplir cuatro más "en aplicación del artículo 96, con multa accesoria al club en cuantía de 1.400 euros, y de 3.005 al infractor (artículo 52.3 y 4)".
Un partido más "en aplicación del artículo 122, con multa accesoria en cuantía de 350 euros al club y de 600 al entrenador (artículo 52.3 y 4)", y otro "en aplicación del artículo 114.3, con multa accesoria en cuantía de 350 euros al Atlético de Madrid SAD, y de 600 al infractor (artículo 52.3 y 4)".
El árbitro Fernández Borbalán, que el viernes pasado dirigió el partido de vuelta de la Supercopa de España entre el Atlético y el Real Madrid, escribió en el acta que Simeone, una vez expulsado, "se dirigió al cuarto árbitro golpeándolo con la mano abierta en la cabeza en dos ocasiones".
"En el minuto 25 expulsé al entrenador del Atlético de Madrid por protestar de forma ostensible con los brazos en alto, saliendo del área técnica en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso a las instrucciones del cuarto árbitro que en varias ocasiones le advertía que cesara en su actitud", escribió el árbitro sobre esa jugada.
"Una vez expulsado, se dirigió al cuarto árbitro golpeándolo con la mano abierta en la cabeza, en dos ocasiones. Posteriormente y antes de retirarse a vestuarios aplaudió en varias ocasiones en señal de disconformidad por la decisión tomada", continúa el acta, publicado en la web oficial de la Federación Española de Fútbol.
Fernández Borbalán también recoge que en el "minuto 58, a través del cuarto árbitro", pudo "observar que el citado entrenador se situaba en la grada detrás del banquillo de su equipo, advirtiendo al delegado de campo, Carlos Peña, que debía abandonar dicha ubicación por encontrarse expulsado".
"Este entrenador permaneció en la misma ubicación haciendo caso omiso a nuestras indicaciones hasta el final del encuentro", añadió el colegiado en el acta.
Simeone pidió disculpas minutos después del partido: "Pedí disculpas. Cuando uno comete un error, las disculpas son buenas, porque uno acepta un error. Exageré en la petición de que Juanfran entre rápido y el arbitro eligió y decidió sacarme del partido", dijo en la conferencia de prensa posterior al encuentro.