La disputa del Mundial de Catar en el invierno 2022 sigue siendo una incógnita, ya que hay muchas partes implicadas en el asunto y parece complicado ponerlas a todas de acuerdo. Se da por hecho que se celebrará en invierno para evitar las altas temperaturas. Sepp Blatter, presidente de la FIFA, ha sugerido un cambio a los meses de noviembre y diciembre. Sin embargo, la Asociación de Clubes Europeos ha advertido que parar durante ocho semanas el fútbol en Europa sería catastrófico para cuadrar los calendarios, al tiempo que sugiere las fechas de enero y febrero como una opción mejor ya que tiene el impacto es más reducido en el fútbol europeo porque muchas de las ligas están en vacaciones de invierno.
El problema radica en que eso implicaría que los Juegos de Invierno de 2022 tuvieran que variar su calendario, previsto para el mes de febrero. La variación podría ser de apenas 15 días, y desde los clubes europeos se entiende que es la opción más lógica, ya que aún no se ha elegido la sede de los mismos. Las opciones son Pekín y Almaty, una vez que Oslo se retiró la semana pasada como candidata. El problema es que Blatter es miembro del COI y quiere evitar cualquier roce con el organismo olímpico. Además, se sospecha que cualquier interrupción en los Juegos de 2022 pondría en peligro la condición olímpica del fútbol.
Por tanto, ahora mismo la disyuntiva es si se organizan en noviembre y diciembre, con el agravio que supondría para las competiciones futbolísticas europeas. O desplazarlo a enero y febrero, lo cual se adecuaría al parón invernal de las competiciones, pero obligaría a desplazar las fechas de la disputa de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. El poder del fútbol contra el poder del COI. Aunque no debe olvidarse que tras los grandes clubes del fútbol español están las grandes fortunas del petroléo, precisamente los organizadores del Mundial.