La crisis política e institucional que anida en el Ayuntamiento de Madrid puede dar al traste con una cita deportiva de élite que estaba prácticamente asegurada: la sede de la eliminatoria de la Copa Davis en la que España se jugará la permanencia en el Grupo Mundial frente a Ucrania del 13 al 15 de septiembre.
Las tres ciudades candidatas finales son Málaga, que ofrece el pabellón Martin Carpena; Madrid, con la Caja Mágica; y Lleida, que acondicionaría el Club de Tenis LLeida.
La idea primera de la Federación era organizar la eliminatoria en la madrileña Plaza de Las Ventas, pero las peculiaridades de este enfrentamiento permiten que pueda celebrarse en un escenario cerrado -y en altura sobre el nivel del mar-, dado que el equipo ucraniano no tiene grandes sacadores.
La Junta Directiva de la Federación Española de Tenis decidirá esta semana, pero sus denuncias contra la institución que preside Ana Botella debido a la polémica adjudicación por parte de la empresa municipal Espacios y Congresos de la gestión de la Caja Mágica han complicado las opciones madrileñas. Málaga gana muchos enteros y, como tercera y poco viable opción, también lo ha solicitado Lleida.
Si José Luis Escañuela, presidente de la Española, apostaba por la capital de España era, entre otras razones, para que el equipo, con Rafa Nadal a la cabeza, diera un último empujón a la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020 durante los días previos a la elección de la sede de dichos Juegos, que se decidirá el 7 de septiembre en Buenos Aires.
Sin embargo, al ofrecer Madrid la Caja Mágica aparece un obstáculo de índole judicial difícil de sortear. La Federación Española de Tenis ha denunciado al Ayuntamiento y a su alcaldesa, Ana Botella, por presuntas irregularidades en el concurso de adjudicación de la gestión de la Caja Mágica -proceso supuestamente diseñado a medida para asignárselo a Ion Tiriac, propietario del Masters de Madrid-, así que Málaga gana muchos enteros.
La ciudad andaluza ofrece un pabellón de más 10.000 espectadores y ya ha albergado dos semifinales de Copa Davis -ante Rusia y Argentina- con un éxito de organización y público notables. No tendría problemas de altura sobre el nivel de mar y, por tanto, es bien vista por los jugadores.