El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, anunció hace unos días su intención de presentarse a la reelección en 2016. Es decir, con nada menos que tres años de antelación y antes de haber cumplido tres temporadas al frente del club. La pregunta es: ¿por qué tanta prisa? La respuesta: Rosell quiso cortar de raíz las aspiraciones sucesorias de algunos de sus directivos.
"Quiero anunciar que mi intención es presentarme a la reelección en 2016 para que el socio me siga dando la confianza para encarar estos retos. Queremos seguir creciendo y tenemos la máxima ilusión", argumentó el mandatario azulgrana durante la reunión del Senado en el Auditori 1899 y ante la plana mayor de su Junta.
Mientras Josep Maria Bartomeu, vicepresidente primero, y Toni Freixa, secretario y portavoz de la Junta directiva, son fieles a Sandro Rosell, dos vicepresidentes, Javier Faus y Carles Vilarrubí, habían mantenido diversas reuniones por fuera para postularse como posibles relevos para el actual presidente, en previsión de que éste dieran un paso a un lado.
Sin embargo, y el hecho de anunciar con tanto tiempo su intención de presentarse a la reelección así lo demuestra, Rosell no tiene intención de abandonar la presidencia del Barça. Fuera de su propia Junta, al futuro candidato Rosell sólo se le otea la posible oposición en las urnas de Agustí Benedito, que también concurrió el 2010 y fue segundo, con el 14% de los votos.
