Lejos de asustarle la delicada situación que le ha tocado vivir al frente del deporte español, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) pone al mal tiempo buena cara. Al igual que ha hecho con el fútbol profesional, Miguel Cardenal está atando muy de cerca al resto de deportes y sus respectivas federaciones. El inevitable recorte que han sufrido las subvenciones ha dejado al descubierto la incapacidad gestora de muchos dirigentes federativos, acostumbrados a cuadrar sus cuentas con dinero público.
Tras los recortes los números ya no salen y el dato que facilita el CSD es aterrador: 22 de las 66 federaciones, es decir, una tercera parte, están en quiebra técnica. Entre ellas, algunas de deportes tan importantes como el atletismo y el ciclismo.
Desde que el CSD anunció una rebaja del 34% en el montante general de las subvenciones para 2013, su presidente se está reuniendo con todas las federaciones, como su equipo lo hace todos los clubes de la LFP. Su agenda no puede estar más ajustada, pero Cardenal está convencido de que es la única manera de que los dirigentes conozcan de primera mano, no sólo la situación en la que se encuentran sus federaciones después de haber sido auditadas por el CSD, sino también su obligación de rendir cuentas.
Las consignas de Cardenal son claras: no gastar más de lo que se tiene, ajustar al máximo los gastos en todo aquello que no repercuta directamente en los deportistas y buscar fórmulas para autofinanciarse. Paralelamente, el CSD sigue avanzando en su lucha por poner en marcha la Ley de mecenazgo que ayude a encontrar patrocinadores, aunque en algunas federaciones se escudan precisamente en la ausencia de ésta para no buscarlos.
La Junta de Federaciones Olímpicas, que agrupa a 27 de las 66, mostró "su enorme malestar con los criterios para conceder las subvenciones". Aseguran que el último recorte ha devuelto las ayudas al nivel de 1985, y aseguran que temen que se pierda "el gran nivel deportivo que se ha dado en denominar la edad de oro del deporte español".
Sin embargo, lo que muchos de esos federativos que tanto se quejan no dicen es la cantidad de dinero que algunos de ellos han despilfarrado durante esa edad de oro. Viajes acompañados de esposa e hijos, con billetes en primera clase y a hoteles de lujo. Salarios de 80.000 euros, al que añaden 35.000 más en gastos... Por no hablar, por ejemplo, de lo que sucedió a la federación de squash, que se ha quedado sin subvención por no presentar a tiempo la documentación.
Según una información de 'ABC', el CSD pedirá el reintegro de algunos gastos realizados por varias federaciones entre 2010 y 2013, y que no han sido suficientemente justificados. Desde el organismo que preside Cardenal se está ayudando a las federaciones a buscar fórmulas, no sólo para ahorrar gastos, sino también para generar ingresos de manera conjunta. Desde una marca deportiva que vista a varios deportes, a una agencia que organice todos los viajes a precios más ajustados, en lugar de viajar cada uno por su cuenta, además de buscar entre todos patrocinadores. No en vano, y a pesar de algunos dirigentes, el deporte español sigue teniendo mucho prestigio.