Fernando Alonso ha señalado este lunes que espera que las mejoras que montará su coche el viernes en los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de España en el Circuit de Barcelona-Catalunya les permita seguir apretando y mejorando para cumplir el "difícil objetivo" de estar en la Q3 del sábado... pero ya no cuela.
"Como siempre, la fiabilidad es la primera prioridad y lo más importante, pero espero que las mejoras que probaremos el viernes nos permita seguir apretando carrera a carrera, y seguir luchando hacia estar en cabeza junto a nuestros rivales", señaló Alonso en declaraciones facilitadas por el equipo, apuntando que la unidad de potencia "tiene que trabajar duro con velocidades medias altas" en este trazado.
Lo que, lógicamente, omite el asturiano es que esa "unidad de potencia" -el motor- no mejorará nada en Montmeló porque es la misma con la que él y su compañero Button corrieron en Rusia, anterior cita del Mundial de F1.
Honda sigue haciendo lo que le da la gana, a su ritmo, y ya ha anunciado que las piezas o fichas (tokken) del motor que todavía tiene opción de modificar se las reserva para cuando consideren conveniente. Sin prisa.
Esa pachorra nipona saca de sus casillas a McLaren, pero no les queda otra que seguir aguantándose. De hecho, la escudería inglesa sí ha anunciado un paquete nuevo, casi revolucionario, que modificará de forma considerable la aerodinámica del MP4-31.
"Nuestra actuación en la calificación es algo en lo que estamos siempre trabajando, para darnos la mejor oportunidad en carrera. Meternos en la Q3 será difícil en este circuito, pero con los fans apoyándome tiene que ser nuestro objetivo. Es un circuito rápido, así que es ciertamente exigente tanto para el coche como para el piloto", reconoce Fernando Alonso.
El comunicado oficial del ovetense sigue vendiendo esperanza: "Estamos pudiendo ver el primer avance real, que podemos tocar con las manos y estoy disfrutando de las carreras, definitivamente vamos en la dirección correcta y los buenos tiempos van a llegar muy pronto".
"Después de una carreras ajetreadas y de un buen resultado en Rusia, deseo ir a 'casa', a Barcelona, y correr en mi país delante de mis seguidores. El ambiente allí siempre es increíble para cualquier piloto español y tengo algunos muy buenos recuerdos de mis victorias allí en 2006 y 2013", añade.
"Todavía estamos aprendiendo mucho de nuestro paquete en cada circuito que visitamos, así que es útil que todavía tengamos mucha información de los test que podemos usar para entender sus características y cómo reacciona nuestro coche reacciona", concluye.
Lo innegable es que si en Montmeló los McLaren protagonizan una actuación sobresaliente, alguien con mando en plaza debería descolgar el teléfono en un despacho de Woking y llamar a Japón sacando pecho y exigiendo de manera firme que mejoren ya el motor en una proporción acorde con el prestigio y la historia del equipo.
Un nuevo fiasco en casa de su piloto principal acrecentaría esa peligrosa sensación de desidia y desinterés que se extiende como una plaga entre los aficionados a cada GP que pasa sin que se vislumbre un verdadero salto de calidad que, al menos, permita soñar con un podio.