Button entró antepenúltimo (16º) en la meta de Montmeló y, en caliente, se sinceró ante los micrófonos: "Las primeras 30 vueltas han sido las más espantosas de mi vida. La parte trasera del coche parecía no estar conectada a la parte delantera. La primera mitad de carrera fue bastante horrible. Luego hicimos unos cambios y los nuevos neumáticos al final ayudaron un poco".
La confesión del inglés bordeó el dramatismo: "Las tandas largas que hicimos el viernes fueron buenas, pero en carrera daba bastante miedo conducir el coche. Daba miedo cada vez que tocaba el acelerador, porque el coche me patinaba mucho de atrás. Pedía constantemente ayuda a boxes, y he tenido que hacer numerosos cambios en la configuración, así que ha sido una carrera muy dura".
"La verdad es que ahora mismo no creo que vayamos a puntuar a lo largo de la temporada", remató Jenson. Su discurso no cayó nada bien en el garaje de McLaren. La versión oficial recomendada desde Woking -sede del equipo- es vender esperanza y paciencia. Todo lo contrario de lo que hizo Button.
Apenas unas horas más tarde, Fernando Alonso inició una rueda de entrevistas y actos publicitarios. En todos ellos le preguntaron por las duras palabras de su compañero. El español intentó disculparle, pero no dejó pasar la ocasión para mandarle algún recado o, directamente, contradecirle.
"Fue una carrera difícil para nosotros. Desde febrero hemos enviado mil mensajes positivos, pero este domingo hubo una pequeña frase negativa y tuvo mucha repercusión porque llevo toda la mañana respondiendo a la misma pregunta", confesó el asturiano. Y a renglón seguido llegó el aviso sutil: "Hay que ser cautos, hay que entenderlo".
El ovetense fue mucho más allá en su intento de desmontar el pesimismo de Button. "Estoy totalmente motivado. Si podemos ser competitivos pronto será muy dulce porque hemos empezado de cero, y creo que vamos a conseguir puntos en Mónaco. Durante las dos o tres próximas carreras estaremos en el límite de los diez primeros puestos. Seguramente, después de Canadá y Austria estará más garantizado, espero que estemos alrededor del séptimo puesto. Ese es el objetivo", explicó en declaraciones a Sky Sports.
Dentro de esta evolución que el piloto español espera en su coche MP4-30, vaticinó que los mejores momentos llegarán en la recta final de la temporada. "En la parte final del campeonato, aunque pueda ser optimista por mi parte, creo que estaremos cerca del podio", confió.
Respecto a su reciente abandono en el Gran Premio de España, lamentó que "fue muy mala suerte". "Ni en un millón de veces volvería a pasar que una visera del casco volviera a meterse en un conducto de frenos. Pero tal vez es mejor sufrir estas cosas ahora, que no somos competitivos, que cuando estemos luchando por el podio", comparó.
Por último, Alonso no dejó escapar la ocasión de devolver uno de los muchos palos que recibe desde Italia: "El año pasado estaba en Ferrari y estuvimos entre medio minuto y un minuto detrás de Mercedes, y el pasado domingo estuvieron 43 segundos por detrás en Barcelona. Nada ha cambiado y esa es una de las razones por las que me marché. No vi que cambiara nada durante cinco años y no quería un sexto o un séptimo".