Kimi Raikkonen apareció en Abu Dabi, realizó el cuarto mejor tiempo de los entrenamientos libres y acudió a su cita con los periodistas a expresar una clara amenaza: o Lotus le paga algo de lo mucho que le debe o no se presentará en los dos últimas carreras del Mundial de F1.
Raikkonen no tenía intención siquiera de viajar a Abu Dabi, pero lo hizo porque le convencieron y porque su principal objetivo es reunirse con los dirigentes de Lotus para darles el ultimatum definitivo.
Y ya que ha tenido que pasarse por el circuito de Yas Marina, el finlandés aprovechó las obligatorias ruedas de prensa que deben ofrecer los pilotos de F1 para aventar al mundo su situación laboral.
"Solo he venido aquí para ver si podemos llegar a un acuerdo sobre ciertas cuestiones. Con suerte se solucionará y podremos terminar la temporada tan bien como sea posible", comenzó el piloto nórdico en tono conciliador.
Cuando le preguntaron si no había aparecido el jueves debido a la bronca que tuvo por radio en el GP de India, Kimi tiró de su cruda sinceridad habitual: "Resultaría fácil decir que esa fue la razón por la que estuve a punto de no venir, pero no es tan simple. No es bonito escuchar que no compartes los intereses del equipo y luego ver que te han pagado cero euros durante todo el año".
Conocido este extremo, a Raikkonen le preguntaron directamente si estaba dispuesto a borrarse de las dos últimas carreras del campeonato, las que se organizarán en Austin (Estados Unidos) e Interlagos (Brasil).
El finés volvió a ser claro y contundente: "Sí, por supuesto. Me gusta correr, pero los negocios son parte importante de la competición y a veces, cuando no se tiene esto en cuenta, se desemboca en una situación desafortunada como esta. Llega un punto en el que tenemos que poner el límite, y si otros los sobrepasan, no es mi culpa".
