La selección francesa, rival de España en los cuartos de final de la Eurocopa, no parece tan consistente como aparentaba. Ha bastado una derrota dolorosa frente a la desahuciada Suecia (2-0) para que los fantasmas de los graves sucesos del Mundial de Suráfrica revoloteen de nuevo por el vestuario galo. Y encima, Ribery y Nasri, dos de sus grandes estrellas, sufren molestias y, aunque parecen menores, no pudieron entrenarse.
Conocedor del frágil equilibrio que se vive en el vestuario francés, Laurent Blanc decidió desvelar antes que nadie lo sucedido el martes tras perder ante los suecos. "La cosa se puso caliente, pero se enfrió con una buena ducha. Hubo tensión porque había jugadores que tenían la sensación de que no todos lo habían dado todo", detalló el seleccionador.
Todo indica que Blanc ha dulcificado el relato. Giroud fue menos diplomático. “En el vestuario ha habido bronca y cólera. Hay que intentar decir las cosas más calmadamente y de una forma más reflexiva”, se lamentó el delantero.
Giroud: “Ha habido cólera. Hay que intentar decir las cosas más calmadamente y de una forma más reflexiva”
En la misma línea, Malouda utilizó directamente símiles bélicos: “La discusión son misiles que nos lanzamos entre nosotros. En un vestuario hay veces que hace falta cruzarse ráfagas de disparos. Estamos indignados por las prestaciones generales del equipo”. El centrocampista del Chelsea, uno de los líderes del equipo, insistió: “No hablo para nada de juego, sino de un conjunto de actitudes. El entrenador lo ha dicho, ha detenido el entrenamiento y nos ha avisado de que con desidia no podemos prepararnos para ganar un partido”.
A medida que avanzó su discurso, Malouda se fue calentando: “No estamos de paseo a punto de irnos de vacaciones a Punta Cana. No se puede bajar de cierto nivel cuandosabes que somos la esperanza de mucha gente. Partiendo de nuestros defectos, todos debemos evitar que se repita. Hay que ser estricto con uno mismo”.
Malouda: "El entrenador lo ha dicho, ha detenido el entrenamiento y nos ha avisado de que con desidia no podemos prepararnos para ganar un partido”
La inesperada y, por lo visto, considerable bronca remite inevitablemente a lo sucedido en la anterior gran cita, el Mundial de 2010, cuando los futbolistas galos se negaron a entrenarse en la víspera del encuentro ante Suráfrica, el anfitrión.
La decisión fue tomada por la plantilla después de que Raymond Domenech, entonces seleccionador, expulsara de la concentración a Nicolás Anelka. El entrenador basó su castigo en lo sucedido durante el descanso del Francia-México. Domenech le reprochó al delantero su apatía durante el primer tiempo y este le replicó con dureza: "Vete a la mierda, hijo de puta".
Horas después, Evra y el preparador físico de Francia tuvieron que ser separados durante el entrenamiento para evitar que su enfrentamiento verbal pasase a mayores. A raíz de este incidente el director deportivo de la Federación gala, Jean-Louis Valentin, anunció su renuncia. "Me disgusta todo lo que está ocurriendo. No puede ser que no quieran entrenar. Esto es un escándalo", argumentó.
Francia no ganó un partido, acabó última del grupo A, regresó a casa en medio de durísimas críticas y las aguas no se calmaron hasta que apareció Laurent Blanc, notable exfutbolista y hombre de consenso. Todo marchaba bien, el equipo encadenó 23 citas invicto y se proyectaba como uno de los cocos de la Eurocopa, pero apareció Suecia y los rescoldos del polvorín parecen revivir.
Ribèry, con molestas en el talón, y Nasri, con un golpe en la rodilla, no se entrenaron, pero apuntan a titulares ante España
Por si fuera poco, Ribèry, con molestias en el talón del pie izquierdo como consecuencia de un golpe recibido frente a los suecos, se retiró con antelación del entrenamiento. No obstante, su presencia no parece peligrar para el partido del sábado contra España. También debería ser titular Nasri, que no se ejercitó por leves molestias en la rodilla.