No hizo falta preguntárselo dos veces. Ni siquiera una. Gonzalo Higuaín compareció en la zona mixta del Bernabéu tras el partido ante Osasuna y dijo lo que quería decir: "Me voy. Siento que se ha acabado mi etapa, quiero cambiar de aires". El Pipa dio por hecho que se marcha, si bien tiene contrato en vigor hasta 2016 y una cláusula de 250 millones. Es decir, que se irá siempre y cuando su club acepte traspasarle, algo que Florentino Pérez ya ha dejado claro que no resultará tan fácil con ningún jugador.
Pese a todo, el argentino habló del Madrid en pasado. "Fueron siete años intensos, duros, alegres... Fue una decisión meditada", explicó. "Es duro, no fue fácil, pero quiero ir a otro club y tener nuevos desafíos. Mi familia sufre mucho también. Nunca me regalaron nada, siempre trabajé a morir. Estadísticamente me voy contento, conseguí que la afición corease mi nombre".
En cuanto al hecho de si el Real Madrid está al corriente de su intención de marcharse, Higuaín comentó que "es una decisión tomada y espero que el Madrid haga lo mejor para mí. El año pasado ya hubo cosas. El míster me convenció, también mis compañeros. Son siete años, es una decisión consensuada", insistió.
"No tengo decidido dónde me voy", dijo cuando se le comentó si su destino erá la Juventus, el club con el que se ha reunido recientemente. "Mi club ya sabe que yo me quiero ir. El año pasado hubo reuniones, quería ya zanjarlo porque era una decisión mía. Salió la Juventus, hay ofertas, pero no sé. Me gustaría ir donde demuestren que me quieran de verdad".
Preguntado por los pitos que escuchó en el partido ante el Borussia Dortmund, Higuaín señaló que "en siete años, es la primera vez que los escuché, pero me voy por otras cosas que no voy a decir. Me mantuve siete años acá y es por algo. Igualé a un histórico como Juanito como undécimo goleador del Madrid".
"¡Cómo voy a estar alegre! Son siete años, dejo amigos, compañeros... Me voy porque quiero cambiar de aires. Ya está, quiro zanjar el tema para que no se le dé más vueltas", sentenció el argentino, que regaló su camiseta al delegado de campo del Bernabéu, Herrerín, en otro gesto más de que considera que el partido ante Osasuna ha sido el último como jugador del Madrid.
