Contado está que David Villa quería abandonar el Barcelona en el mercado de invierno que se cerró este jueves. El asturiano, con menos minutos de los que desearía, sabe que en el Barça tiene muy complicado hacerse con la titularidad. El 7 no es ni siquiera el primer cambio de Tito Vilanova, de ahí su interés por que el Barça aceptara la oferta del Arsenal. Sin embargo, la indecisión de Arsène Wenger, que tardó demasiado en tener claro su fichaje, jugó en contra de Villa, a quien el Barça primero tasó, pero luego se negó a traspasar.
La primera semana del mes de diciembre, los agentes de Villa ya se dirigieron al Barça para pedir formalmente un traspaso. La respuesta que recibieron entonces no fue una negativa, sino que el club catalán puso precio a su salida: entre 15 y 12 millones de euros. A esta cantidad había que sumar lo que el Barça se ahorraría de la ficha de año y medio que le resta de contrato al Guaje, unos 15 millones brutos. Cabe recordar que Joan Laporta pagó al Valencia 40 millones por el asturiano y que firmó por cuatro temporadas, a razón de alrededor de 10 millones brutos por cada una de ellas. La operación parecía que podía concretarse, pero el técnico francés del Arsenal barajaba otras opciones y no se decidía a dar el paso. Para cuando se decidió, era demasiado tarde. Además, la lesión del lateral zurdo, Gibbs, precipitó el fichaje de Monreal.
Villa quería irse al Arsenal porque, además de gustarle el club, los gunners le pagaban el año y medio de contrato que le resta con el Barça, y uno o dos años más, hasta 2016, cuando cumplirá 35. El delantero está tan deseoso de jugar que aceptaba una rebaja en sus pretensiones. Para él lo prioritario es volver a sentirse titular y poder serlo en la selección española. Aunque tal y como demostró Vicente del Bosque al incluirle en su lista para el amistoso contra Uruguay, su presencia en La Roja parece no correr peligro pese a no jugar con regularidad en el Barça, lo cierto es que para el seleccionador no resultará fácil convocarle para la Copa Confederaciones si otros delanteros aporrean su puerta.