Florentino Pérez tiene la espina clavada del fichaje de Neymar, jugador que llegó a visitar la Ciudad Deportiva del Real Madrid en edad juvenil, al que final se acabó llevando el Barcelona. Trató de adelantarse al Barcelona, pero un viaje de Sandro Rosell a Argentina en el verano de 2011 dejó todo atado para que el futbolista se comprometiera después con los azulgrana. Lo ha vuelto a intentar de nuevo en los últimos meses, a través de intermediarios que intentaron convencer a Neymar que si aceptaba salir al Real Madrid, con el pago de su cláusula, se convertiría "en el Messi del Bernabéu". Esas fueron las palabras con las que intentaron convencerle, sin éxito.
Hoy, tras hacerse pública la renovación de Neymar con los culés, Florentino vuelve a declarar la guerra al club azulgrana. En este caso cruzándose en la operación del fichaje de Gabriel Jesús. El joven delantero del Palmeiras es la nueva estrella del fútbol brasileño, el nuevo Neymar. Un jugador con una técnica espectacular y un olfato de gol que recuerda, dicen en Brasil, al del "Ronaldo de los primeros tiempos". En el Mundial Sub-20 del año pasado en Nueva Zelanda, fue el 10 de Brasil. Pero ha explotado con la llegada al banquillo de su club de Cuca, el nuevo técnico, que lo ha situado como delantero, en una zona en la que demuestra su desborde, velocidad y gol. A sus 19 años, es el pichichi del Brasileirao.
La propiedad del jugador está repartida entre carios agentes (55% de su contrato), el 15% es del jugador y el 30% restante del Palmeiras
Su cláusula de rescisión asciende a 24 millones para Barcelona, Real Madrid, PSG, Manchester United y Bayern, según consta en su contrato. Para el resto sube a 40 millones. La propiedad del jugador está dividida en varias partes: el 55% es de sus agentes (Cristiano Simoes tiene un 32,5% y habría dos más), el 15% es del jugador y el 30% restante del Palmeiras. Eso quiere decir que al coste total de la operación hay que sumarle el sobrecoste de unas comisiones que se podrían disparar hasta los 10 millones. El Barcelona había tomado ventaja en las negociaciones con el Palmeiras y con alguno de los agentes, pero ha irrumpido el Real Madrid, que está dispuesto a pagar una ficha superior al jugador, lo que hace que las negociaciones de los azulgranas se encuentre con un obstáculo. El hombre elegido por Florentino para atar el fichaje de Gabriel Jesús es Giovanni Branchini, uno de los 'hombres del presidente' blanco.
El Barcelona está muy limitado económicamente por la renovación de Neymar y la de Messi, que acomete en estos días, y ya ha cerrado los fichajes de Samuel Umtiti (30 millones) y Denis Suárez (3,25 millones). Bartomeu confirmó que el club cuenta con 43 millones más para reforzar la plantilla, lo que invita a pensar que el músculo financiero de Florentino podrá llevarse el gato al agua en esta ocasión.
