Lance Armstrong, de 41 años, desea regresar a la competición de triatlón, especialidad que practicaba antes de pasarse al ciclismo, según una información del 'New York Times', que cita fuentes anónimas según las cuales el californiano habría comentado a sus allegados la posibilidad de admitir los cargos por los que le suspendió la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA).
Sin embargo, Armstrong tiene un motivo bastante más práctico si al final decide confesar. El estadounidense desea librarse a toda costa de terminar en la cárcel a consecuencia de los varios casos que tiene abiertos en los tribunales en su contra por fraude, perjurio y violación de las leyes de seguros y de libelo.
Armstrong estaría considerando, según dichas fuentes, confesar que había usado productos prohibidos y transfusiones sanguíneas durante su carrera ciclista, como afirmaron varios de sus compañeros en el equipo US Postal, y que a tal efecto ya se habría puesto en contacto con responsables de la USADA.
Sin embargo, el abogado del exclista, Tim Herman, negó que su cliente tenga pensado hacer confesión alguna. La cadena CBS indicó que Herman, representante legal del Armstrong, ha asegurado que no tiene conocimiento de que el deportista tenga pensado confesar haber utilizado sustancias dopantes y transfusiones sanguíneas durante sus años como ciclista.
Asimismo, Herman negó que Armstrong se haya puesto en contacto con el director de la agencia antidopaje estadounidense USADA, Travis Tygart, y David Howman, director de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Durante más de diez años Armstrong ha venido negando todas las acusaciones incluso después de que en octubre pasado la USADA publicara un extenso informe con el testimonio de testigos y compañeros de equipo, correos electrónicos, registros financieros y análisis de laboratorio que le implicaban en prácticas de dopaje.
Según el 'New York Times', Armstrong ha recibido fuertes presiones desde varios frentes para que dé un paso hacia adelante, libere su conciencia y reconozca los hechos a fin de salvar la fundación Livestrong que él mismo creó tras curarse de un cáncer testicular.
La información señala que, según algunas fuentes, Armstrong se ha reunido ya con el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart, para intentar mitigar la suspensión a perpetuidad, y estaría intentando entrevistarse también con el director general de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), David Howman, pero Herman ha negado ambos extremos.
De acuerdo con el Código de la AMA (WADA, por sus siglas en inglés), la sanción a un deportista puede verse reducida si confiesa los detalles de sus prácticas de dopaje y su testimonio sirve para implicar a otros responsables tales como médicos, entrenadores u oficiales de equipo.