Se completó la que quizá sea la mayor machada de la historia del fútbol europeo. Un equipo que la temporada pasada luchaba por no descender ha tumbado a todos los gigantes y ha terminado llevándose la todopoderosa Premier League. El Leicester City consiguió lo que parecía imposible, tras una campaña increíble en la que demostraron en que en el fútbol nada está escrito.
Lo hicieron, eso sí, sin jugar. El título lo aseguró tras el agónico empate 2-2 de Chelsea ante Tottenham, el único equipo que podía quitarles el campeonato. Los de Mauricio Pochettino necesitaban ganar en el campo de los 'blues' para conservar alguna aspiración de alcanzar el liderato y aplazar el éxito del Leicester.
Sin embargo, un gol del belga Eden Hazard a seis minutos del final dio la igualada a los locales y propició que, matemáticamente, el conjunto de Claudio Rainieri, que el domingo empató contra el Manchester United en Old Trafford, se proclamara campeón a falta de dos jornadas para la conclusión del torneo.
El Tottenham intentó evitar por todos los medios dilatar el éxito de la gran revelación del fútbol europeo. Dispuso de una ventaja de dos goles, con la que alcanzó el descanso, pero fue evitar la mejoría del equipo de Guus Hiddink, que equilibró la situación para proporcionar el éxito a la plantilla de Claudio Rainieri, un preparador que tiempo atrás dirigió al equipo 'blue'.
El juego se enredó en el tramo final. El Tottenham careció de fuerzas y el Chelsea, más entero, especuló ante la impotencia de un rival que asumió el adiós definitivo a la conquista de un título que fue a manos del Leicester. Una hazaña sin precedentes.
Leicester City. Champions of England. pic.twitter.com/WRwfysTn2N
— Leicester City (@LCFC) May 2, 2016
CHAMPIONS!!!! pic.twitter.com/pFtvo5XUNx
— Christian Fuchs (@FuchsOfficial) May 2, 2016
From League 1 to Premier League Champions!! Unbelievable feeling.. ??? https://t.co/AsgZGQHLQt pic.twitter.com/AFrAYKXPDV
— Andy King (@AndyKingy) May 2, 2016