Los equipos de Primera División pagan de media 1,1 millones de euros a cada uno de sus futbolistas. Este dato, claro, excluye al Madrid y al Barcelona, que viven en un universo paralelo en el que cada jugador cuesta al año nueve millones de euros brutos. De media también.
Lo de los promedios, en cualquier caso, no deja de ser engañoso. Los nueve millones de los dos grandes están fuera de categoría, pero el estirón que da el Atlético, que se va a más de cuatro millones por jugador, también descabalga las cuentas. En realidad son nueve los equipos que superan el millón por jugador, contando Sevilla, Valencia, Athletic, Getafe, Villarreal y Real Sociedad.
El caso más curioso es el del equipo madrileño, que si llega a esas cifras es solo por no haberse podido desprender de Pedro León, como era su planteamiento inicial. En el otro lado del espectro se encuentra el Rayo Vallecano, que paga de media 350.000 euros por jugador y, a pesar de eso, no deja de ser competitivo.
Los datos de la Liga BBVA forman parte del informe anual sobre la situación económica del fútbol español que presentó esta semana el Consejo Superior de Deportes. Las cifras siguen siendo enormes, tanto en ingresos y gastos como en deuda, un problema endémico del fútbol nacional. Las medidas destinadas a cambiar la situación van dando resultado, pero no el suficiente para bajar las alarmas.
En realidad los sueldos desorbitados no son solo cosa de la Liga española. De hecho la masa salarial del campeonato nacional está por debajo de dos ligas europeas, la inglesa (2,2 millones de media) y la alemana (1.6) según datos de Roberto Bayón en su blog de La Nueva España.
También las grandes ligas americanas pagan mejor que los clubes de la LFP, a pesar de que en ellas existen sistemas de regulación de los salarios. La NBA paga de media 3,3 millones a cada jugador por temporada, una cifra engañosa ya que la clave en este caso es que es un deporte con las plantillas mucho más cortas que el fútbol, lo que permite un reparto más alto de los ingresos.