El marchador madrileño Jesús Ángel García Bragado cree que "el atletismo español necesita un cambio, debe cambiar, aunque sea para tirarse al vacío", en alusión al presidente de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), José María Odriozola, y lamentó que en la marcha nacional no exista relevo generacional, después ser el mejor español, vigésimo, en los 50 kilómetros marcha de Londres 2012, disputada por los alrededores de The Mall en la capital británica.
"Así no vamos a ninguna parte. Cada vez la gente lo tiene más claro dentro del mundo de Odriozola. ¿Yo la persona? Ahora mismo no creo. Ahora está la Asamblea, que controla Odriozola y son ellos los que tienen que darse cuenta de que tiene que ser otra persona. Necesitamos un cambio, aunque sea para tirarnos al vacío", dice García Bragado, enfundado en una toalla para no quedarse frío después de algo menos de 3 horas y 50 minutos de marcha.
García Bragado incluso se atreve a decir que la fondista Marta Domínguez, finalista en 3.000 obstáculos en Londres, podría ser el recambio de Odriozola. "A mí Marta no me desagrada. Vivimos en un estado de derecho y si se le ha exculpado, se le ha exculpado. Tiene mucho carácter y mucho empuje. Quizá no ha llevado muy bien las cosas, y puede que la situación le haya superado. Todos cometemos errores, pero podría ser la candidata de consenso", comentó.
Sobre la carrera, el marchador de 42 años afirma que "esto no da más de sí. La gente no ha caído. Han hecho unas marcas impresionantes que no están a mi alcance y a lo mejor he querido hacer una preparación, quizá, muy arriesgada para hacer 5 minutos menos de lo que he hecho. Iba muy limitado y no podía forzar, veía que me iba a dar un latigazo en la pierna", relata.
No sabe si ésta habrá sido su última gran carrera a nivel internacional. "Lo que no voy a hacer es un akelarre de zapatillas. Voy a seguir y, si me apetece, pues voy a competir. No sé si voy a ir al Mundial, pero a lo mejor me apetece al Campeonato de Brasil, algo así por disfrutar. Lo que me preocupa es que habiendo tenido una carrera tan mala no haber tenido españoles delante. Esto indica es que hay que tomarse las cosas de otra manera. Hay que pegar un cambio. Hoy el cuerpo no ha respondido y, a lo mejor, vienes otro años creyendo que has entrenado peor y responde mejor", dijo.
A pesar de ser sus sextos Juegos, desde Barcelona'92 hasta Londres 2012 no se ha perdido ninguno, no piensa que haya hecho historia más que de "forma anecdótica". "Yo no me voy satisfecho con lo que he hecho. La 'espinita' que tengo es no haber hecho unos mejores Juegos. Posiblemente, hace 4 años era el final y, por unas circunstancias u otras, hemos llegado hasta aquí. Ya venía con el cuerpo caducado", indica.
Por este mismo motivo, ve muy lejanos los Juegos de Río, en 2016 aunque en "cuatro años pueden pasar de todo". "Espero que no tenga ninguna posibilidad de ir. El fisio dice que desaparezca dos años y después vuelva, como los toreros. Supongo que conforme pase el tiempo se me irán quitando las ganas", señaló García Bragado, triste por los resultados de los atletas españoles hasta el momento en Londres, dos diplomas (Frank Casañas, séptimo en disco; y Miguel Ángel López, quinto en 20 kilñometros marcha), igual que Montreal 1976. "Entonces no teníamos televisor en color, solo lo tenía una vecina", recuerda.