El atleta keniano David Rudisha propinó un nuevo tajo de once centésimas a su propio récord mundial de 800 metros con una marca de 1:40.91 en los Juegos de Londres, que le permite completar su colección de grandes trofeos con el título olímpico. Rudisha, de 23 años, llamado a ser el primer atleta que recorre las dos vueltas a la pista en menos de 100 segundos, tenía el récord mundial anterior en 1:41.01 desde el 29 de agosto del 2010, conseguido en Rieti (Italia).
La medalla de plata fue para el botsuanés Nije Amos, que batió el récord mundial júnior con 1:41.73, y la de bronce para el keniano Timothy Kitum con 1:42.53, su mejor marca personal.
Rudisha tomó la cabeza al entrar en calle libre, pasó el primer 400 en un parcial asombroso de 49.28 y en la penúltima recta abrió un hueco de cinco metros con respecto a los demás que sólo Mohamed Aman fue capaz de reducir en el esprint, cuando el keniano empezaba a acusar el derroche de energías realizado.
Aman, el hombre que el año pasado cortó en Milán su racha victoriosa, se le fue acercando por detrás hasta cruzar la meta con un nuevo récord mundial júnior: 1:41.73, la misma marca que Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador de los Juegos, tuvo como récord mundial durante dieciséis años a partir de 1981. El propio Coe afirmó que los 800 son "la distancia más complicada del atletismo" y dio por hecha la victoria de Rudisha. En el palco de honor pudo contemplar hoy la majestuosa carrera que acabó en un nuevo récord del mundo.
La superioridad de Rudisha es tanta -tiene las cuatro mejores marcas del año- que el récord mundial era previsible, pese a la ausencia de liebres. Por supuesto, borra también de las listas el récord olímpico de 1:42.58 acreditado por el noruego Vebjorn Rodal en Atlanta'96.