El nuevo Barça no acaba de arrancar y el sistema de Luis Enrique confunde tanto a los jugadores que los hace peores de los que son. Fenómeno contrario a lo que ocurrió durante la era Guardiola, en la que Pedro fue el paradigma de un jugador que disparó sus prestaciones. Hoy el canario es un accesorio en la pizarra de Luis Enrique. A todos les afecta esta indefinición, a todos menos a Messi, que sigue en su hábitat rompiendo récords a base de goles. Existe un punto de inflexión, el partido del Santiago Bernabéu, donde más allá del resultado, la alineación elegida por el asturiano ha dejado muchas víctimas: Rakitic, Alba, Mathieu...
1-Piqué: Ejemplifica una mala gestión que ha convertido un incidente en un problema. Desde que el central fue 'cazado' con el teléfono no ha jugado ni un minuto. Él cree que está entrenando bien y cuando se reunió con Luis Enrique, antes del partido del Celta, la respuesta que encontró fue "aquí las decisiones las tomo yo". El asturiano está perdiendo autoridad en el vestuario, más allá de en la grada, donde el juego del equipo no convence a nadie.
2-Montoya y Jordi Alba: El canterano fue un jugador fundamental durante la estancia de Luis Enrique en el Barcelona B. De hecho, se habló del interés de la Roma cuando el técnico fichó por los capitalinos. El lateral ha renovado hasta 2018 y todo apuntaba a que se repartitía los minutos con Alves. Sin embargo, la llegada de Douglas y la titularidad indiscutible han condenado al lateral al ostracismo. Luis Enrique ha perdido la fe en el canterano y el jugador se encuentra arrinconado en el vestuario en una complicada situación. En el lateral izquierdo la situación de Alba no llega a tanto, pero las sospechas surgidas tras su suplencia en el Bernabéu no han sentado bien al juego del zurdo.
3-Rakitic: El croata ha pasado de jugador franquicia a centrocampista desorientado. En los primeros partidos el técnico le dio los galones de Xavi y Rakitic los lució con acierto. Pero su suplencia en el Santiago Bernabéu ha significado un punto de inflexión en su rendimiento y su ánimo. El propio jugador ha admitido que no esperaba la decisión y que aquello le ha afectado seriamente.
4-Mathieu: Fichado tras un largo tira y afloja con el Valencia, el central ha vivido un proceso parecido al de Rakitic. Pasó de central solvente a lateral improvisado en el Bernabéu. El propio jugador lo admitió en zona mixta aquella noche, pues no había entrenado en esa posición en toda la semana previa al Clásico, y el técnico le recriminó sus palabras. Desde entonces Bartra y Mascherano han ganado peso relegando al francés y a Piqué al banquillo o a la grada. Vermaelen ni está ni se le espera.
5-La prensa: Nunca mantuvo una relación especialmente fluida, pero a partir de la derrota ante el Real Madrid el ambiente se ha crispado. Y sorprendentemente más por iniciativa del técnico. Desde que Luis Enrique "abrió la veda", antes de recibir alguna pregunta afilada, el ambiente se ha enrarecido en la sala de prensa. El asturiano sólo habla allí y sus declaraciones altisonantes llenan las portadas de los periódicos. Es lo que tiene ser tan simpático, atractivo y, sobre todo, espontáneo.