La piloto española María de Villota (Marussia), que recibió el alta hospitalaria el pasado miércoles, no presenta "déficit neurológico" y, por lo tanto, no será necesaria una intervención quirúrgica, después de que sufriera un grave accidente en un test con su escudería en el aeródromo de Duxford el pasado 3 de julio.
"La paciente se encuentra en buen estado general, por lo que recibió el alta hospitalaria en el día de ayer (por el miércoles). En estos seis días de ingreso, ha sido tratada por especialistas de los Servicios de Cirugía Plástica, Neurocirugía y Oftalmología que continuarán viéndola ya que necesitará someterse a seguimientos y tratamientos periódicos en el centro", reza el comunicado emitido por el Hospital Universitario La Paz de Madrid, en el que estuvo ingresada desde el viernes, procedente del Addenbrooke's Hospital de Cambridge (Inglaterra).
Asimismo, la madrileña, de 32 años, no presenta "déficit neurológico, por lo que no precisa intervención quirúrgica", aunque se realizará un "seguimiento periódico" de su situación. Debido a la pérdida de su ojo derecho, también será seguida por el servicio de oftalmología.
Por último, los servicios de Cirugía Plástica del hospital madrileño realizarán el seguimiento de las "graves lesiones faciales y la corrección de sus secuelas", producto de su accidente al volante del monoplaza ruso.