Mark Webber destaca la actitud "desafiante" de Armstrong hace unos días en su entrevista con Oprah Winfrey, en la que reconoció que consumió todo tipo de sustancias prohibidas desde mediados de los años 90 y se sometió a transfusiones de sangre para ocultar los rastros del dopaje. "Admitió que se había dopado pero no consideraba que hubiera hecho trampas", escribe el piloto de la escudería Red Bull en su última columna de la BBC, publicada este martes.
"Te reíste en las narices de mucha gente durante mucho tiempo y nos trataste al resto como idiotas", reprobó el australiano, que relata en el texto la historia de su amistad y de su admiración por Armstrong. "Creo que lo que asombra a todo el mundo es la cantidad de gente a la que él estaba dispuesto a quitarse del medio en su ascenso, gente que estaba en el lado correcto".
"Cuando pienso en Armstrong, pienso en aquellos ciclistas limpios. Nunca lo sabremos, pero algunos de ellos pudieron haber luchado contra Armstrong, Basso, Ullrich, Vinokourov, Contador, Virenque y otros. Tristemente, nunca recordaremos sus nombres pero, para mí, moralmente están a gran distancia de ellos"
Webber nombra a otros ciclistas supuestamente afectados por casos de dopaje como Alberto Contador, Ivan Basso o Jan Ullrich, entre otros. "Cuando pienso en Armstrong, pienso en aquellos ciclistas limpios que compitieron en el sistema que él alimentaba semana sí, semana no. Nunca lo sabremos, pero algunos de ellos pudieron haber luchado contra Armstrong, Ivan Basso, Jan Ullrich, Alexander Vinokourov, Alberto Contador, Richard Virenque y otros. Tristemente, nunca recordaremos sus nombres pero, para mí, moralmente están a gran distancia de ellos", agregó.
En el resto del escrito, Webber narra el origen de su amistad con Armstrong y la admiración que le profesaba por ser un líder del ciclismo y por haber superado un cáncer, enfermedad que también padeció su abuelo, fallecido cuando el piloto tenía 14 años. “Uno de mis mayores héroes fue mi abuelo, y una de las mayores influencias de mi vida. Su último año y medio fue una tortura. Tuvo el final más brutal por el cáncer, aquello me dejó noqueado porque también noqueó a mi padre. Yo tenía catorce años”.
"En 2008 le invité al GP de Mónaco. Atendimos a todas sus demandas, que eran considerables, pero ni se presentó, y ni siquiera dio la mínima disculpa, creo que fue un comportamiento muy pobre. Me decepcionó mucho"
Mark cuenta cómo conoció al exciclista: “Me aficioné al ciclismo cuando llegué a Europa en la década de los 90 y aprecié lo duro que puede ser tras una serie de entrenamientos en los alpes franceses. Leí el libro de Armstrong, 'Mi vuelta a la vida', yo entonces era piloto reserva de Benetton y acompañaba a Button y Fisichella a las carreras. Unos meses después de acabar el libro fui a Indianápolis al GP de EE UU de 2001. Hice mi trabajo y el miércoles cogí un taxi y me fui al Indiana University Medical Centre, el hospital donde Armstrong había luchado contra el cáncer para conocer más de cerca su historia personal".
"Pensé que no pasaría de la recepción del hospital, pero dos días después recibí una llamada de Latrice Haney, que trabajó muy cerca de Lance, es a quien él describe como un 'auténtico ángel', y es una de las cosas en las que acertó Lance, porque era una persona maravillosa. Luego, a través de amigos de amigos, llegué a pasar tiempo con Lance y monté en bici con él cuando estuve en su rancho en Texas tras Brasil 2004. Incluso salté con él y algunos de sus amigos en el agujero del hombre muerto, un lugar que él describe en el libro como haciéndole sentir vivo después de sobrevivir al cáncer".
"Me preguntaba cómo era posible que otros ciclistas dieran positivo y él nunca lo hiciera"
En su desahogo íntimo Webber recuerda las numerosas y largas conversaciones con Armstrong: "Tenía la memoria de un elefante. Hablamos de muchos deportes y él sabía de todo y de todo lo que estaba pasando en la F1. Me hacía muchas preguntas acerca de las personas de mi deporte como Frank Williams y, en particular, de Michael Schumacher. Estaba interesado en el trabajo que hacemos en los túneles de viento y, como la mayoría de la gente, también en los coches y en cómo funcionaban".
Hasta que en 2008 la amistad saltó por los aires cuando apareció el Armstrong soberbio y desapegado que mucho describen. Así, a petición de Webber, Red Bull invitó al texano al GP de Mónaco: "Atendimos a todas sus demandas, que eran considerables. Pero ni se presentó, y ni siquiera dio la mínima disculpa, creo que fue un comportamiento muy pobre. Me decepcionó mucho. Un amigo común sufrió un grave accidente montando en bicicleta, estuvo varios días en el hospital, pero aún así se levantó de la cama e hizo todo lo posible por venir el día de la carrera, pero Lance ni apareció”.
"Lo que más me llamó la atención fue la actitud desafiante de Armstrong, él pensaba que estaba limpio"
"Tuve largas conversaciones con el respetado periodista deportivo Paul Kimmage y me hizo darme cuenta de que quizás no era todo lo que yo esperaba. Fue un tema difícil y duro de hablar con los amigos comunes que compartíamos, pero lo que más me llamó la atención fue la actitud desafiante de Armstrong, él pensaba que estaba limpio. En ese momento, probablemente injustamente pensando en retrospectiva, me alejé del ciclismo en carretera. Me preguntaba cómo era posible que otros ciclistas dieran positivo y él nunca lo hiciera. Hace dos años, les dije (a esos amigos comunes) que debería confesar, pero sentí que era algo poco probable que sucediera".
"Hace dos años, les dije que debería confesar, pero sentí que era algo poco probable que sucediera"
Hasta que llegó la famosa y polémica entrevista con Oprah Winfrey, que es la que parece haber provocado la chispa que ha hecho explotar a Webber: "Admitió que se dopaba, pero no se veía como un mentiroso. Creo que lo que dejó anonadado a todo el mundo fue la cantidad de gente que estaba dispuesto a dejar a un lado para llegar arriba, gente que moralmente estaba en el lado correcto. No le preocupaban las ramificaciones y la posición en la que dejaba a aquella gente. Todo se reducía al planeta Lance. Por ello, Lance, utilizando tus mismas palabras, la 'pena de muerte' no es demasiado. La vida está llena de elecciones y seguro que ninguno de nosotros es perfecto, pero finalmente el karma siempre triunfa”.