El médico Eufemiano Fuentes, que este miércoles ha finalizado su declaración en la tercera jornada del juicio oral de la 'Operación Puerto', ha asegurado que los restos "despreciables" de EPO encontrados en ocho bolsas de plasma intervenidas "solo podían provenir de un tratamiento anterior" al realizado por él y que "no hay otra explicación".
"Nunca se añadía ningún producto a la sangre salvo los conservantes legalmente establecidos. Es cierto que en ocho de las 92 bolsas de plasma había niveles por encima de lo que se considera normal, pero estaban expresados en miliunidades, eso quiere decir que la elevación por encima de los valores normales era mínima, la sangre no habría tenido ningún efecto caso de haber sido reinfundida. Ese excedente podría provenir de una ingesta o aplicación de una sustancia previa a la extracción. Nunca se añade nada a las bolsas de sangre extraídas, nada, el doctor Merino no lo habría permitido", aseguró Fuentes.
Para el galeno canario, "tan poca cantidad encontrada no tendría otra explicación que fuese el resto de un tratamiento realizado con anterioridad". "El propio Instituto de Toxicología decía en un informe que esas cantidades eran tan pequeñas que lo más probable es que no tuvieran efecto terapéutico, que eran despreciables", agregó.
Por otra parte y a preguntas de la defensa, también señaló al exciclista José Javier 'Pipe' Gómez, actual presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales, como un antiguo paciente suyo "hace tiempo". "Conozco perfectamente todo su ámbito de actuación. He leído en la prensa que ha sido nombrado presidente de la Fundación Deportes Joven del CSD", recordó.
Respecto a las bolsas de sangre incautadas por la Guardia Civil, explicó que "probablemente" el transportes realizado por las autoridades haya provocado "la destrucción de las muestras".
"Para tenerla en un frigorífico deben estar entre 2 y 6 grados y para congelarlas, entre -30 y -80. En el informe de la incautación, ponía que estaban a 4.5 grados y -35 grados. Mientras estuvieron en nuestro poder las bolsas estuvieron debidamente conservadas. Una vez incautadas, metieron toda la sangre a 20 grados bajo cero y si no se conserva correctamente se produce la hemólisis", explicó.
Además, Fuentes insistió en que, a día de hoy, puede identificar "sin ninguna duda" los propietarios de las bolsas de sangre porque reconoce de memoria los códigos. "Hoy podría identificar todas, si me dan un listado puedo decir a quien corresponde cada código sin duda. Estoy en condiciones de reconocer cualquier código si su señoría me lo pide", dijo.
Ante este reto lanzado por Fuentes, el abogado del Comité Olímpico Italiano solicitó a la jueza que pidiera al médico la identificación, ya que la acusación ya no podía hacerlo, pero Julia Patricia Santamaría se negó alegando que prevalecía el derecho de defensa, lo que provocó una protesta sin consecuencias del letrado.
Por último, Fuentes lanzó un alegato en defensa de su trabajo. "Nunca puse en riesgo la salud de los deportistas. Ningún deportistas me dijo nunca que tuviera un problema de salud ni he recibido una denuncia. En 35 años de ejercicio profesional jamás he tenido una notificación, reclamación o denuncia por algún daño que haya producido a la salud de mis pacientes", concluyó.