La mejor generación en la historia del baloncesto español buscará su primer título en casa a partir de este sábado, cuando se inicia una Copa del Mundo que concluirá el 14 de septiembre y en la que Estados Unidos, pese a las ausencia de importantes estrellas de la NBA, reclama el papel de principal favorito a revalidar el oro conquistado hace cuatro años en Turquía.
Madrid, Barcelona, Bilbao, Gran Canaria, Sevilla y Granada acogerán la decimoséptima edición del Mundial de baloncesto, torneo que visita España por segunda vez casi tres décadas después de la primera, cuando Estados Unidos se coronó campeón en la edición de 1986 tras superar en la final a la Unión Soviética.
Al contrario que en aquella cita, España afronta el torneo como candidato a la gloria y a un segundo título mundial que extendería el periplo de éxitos iniciado en Japón 2006. El principal adversario que se recorta en el horizonte es Estados Unidos, vigente campeón y verdugo español en las dos últimas finales olímpicas, encabezando un grupo de candidatos que también quieren engrosar selecciones como Argentina, Grecia, Francia, Lituania o Brasil.
Tras un Eurobasket de Eslovenia marcado por las ausencias, la selección española, ganadora del bronce en aquel torneo, quiere volver a saborear una final, privilegio al que se ha acostumbrado en los últimos años comandada por una gran generación de jugadores que vuelve a reunirse al completo para un cita importante, quizá la última a expensas de los Juegos Olímpicos de 2016.
La generación de los 'júniors de oro', nacida en 1980 y encabezada por Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, tiene ante sí la segunda y última gran oportunidad de alcanzar la gloria en casa. Rusia se encargó de arruinar la primera, el Eurobasket de 2007, llevándose la final en un desenlace agónico.
Al mando de Juan Antonio Orenga, en segundo gran torneo como entrenador principal tras ser ayudante de Sergio Scariolo, España ha logrado reunir a todas sus estrellas empezando por Pau Gasol, que llega más descansado que nunca tras una temporada poco exigente con Los Angeles Lakers antes de fichar por Chicago Bulls.
A su lado, los otros cinco españoles enrolados NBA, caso de Marc Gasol y Serge Ibaka -que completan el mejor juego interior de la Copa del Mundo e indiscutible arma ofensiva del anfitrión- junto con José Manuel Calderón, Ricky Rubio y Víctor Claver. En el exterior, la labor anotador de Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández completan un grupo que también cuenta con la explosividad de Sergio Rodríguez y Sergio Llull, la veteranía de Felipe Reyes y la frescura del novato Álex Abrines.
Sin embargo, el gran aspirante al oro en cada torneo internacional de baloncesto es Estados Unidos, rol que no se ha resentido pese a la plaga de bajas de cara a esta Copa del Mundo, ya que la cantera de la NBA sigue ofreciendo infinidad de opciones fiables pese a las ausencias de LeBron James, Kevin Durant, Carmelo Anthony, Kobe Bryant o Chris Paul.
El equipo norteamericano lleva casi ocho años invicto, desde que Grecia dio la gran sorpresa en las semifinales del Mundial de Japón, un periodo en el que ha conquistado el Mundial de Turquía y los Juegos de Pekín y Londres, aunque en los dos oros olímpicos tuvo que exprimirse para superar a una combativa España en la final.
De esta forma, el equipo entrenador por Mike Krzyzewski, que se enfrentaría con España en una hipotética final si se cumplen los pronósticos, es consciente de que el dominio de Estados Unidos ya no es incontestable como ocurría dos décadas atrás y que un puñado de equipos, empezando con el anfitrión, sueñan con desbancarle del trono mundial.
Grandes anotadores exteriores como James Harden, Stephen Curry o un Derrick Rose que quiere volver a deslumbrar al mundo tras dos lesiones graves de rodilla están llamados a tomar el protagonismo de una selección cuyo punto flanco está cerca del aro, donde Anthony Davis es la única pieza de garantías. En una cómoda primera fase, que disputará en Bilbao, Estados Unidos se medirá con Turquía, Ucrania, Finlandia, Nueva Zelanda y República Dominicana.
España, por su condición de anfitrión y una vez reunidas todas sus figuras, y Estados Unidos se encuentran a priori un escalón por encima del resto de aspirantes a la gloria, todos ellos lastrados por bajas importantes.
Es el caso de Argentina, que al igual que ocurre con la selección española está apurando la última etapa de la generación más exitosa de su historia. La gran ausencia pasa por Manu Ginobili, a quien los San Antonio Spurs no han dado permiso para participar debido a una fractura de peroné.
La albiceleste, semifinalista en los Juegos Olímpicos de Londres, tampoco podrá contar con otro NBA como Carlos Delfino, pero sí dispondrá de su habitual carácter competitivo y del talento experimentado que siguen aportando Luis Scola, Pablo Prigioni o Andrés Nocioni.
Argentina topará en el grupo B de Sevilla con rivales asequibles como Senegal, Puerto Rico o Filipinas, pero también con dos rivales de entidad como Grecia y Croacia. Los helenos esperan plantar batalla pese a las bajas de Vassilis Spanoulis y Dimitris Diamantidis, mientras que los balcánicos fían sus opciones a la pareja formada por Bojan Bogdanovic y el barcelonista Ante Tomic.
En el grupo A de España, quizá el de mayor nivel de los cuatro que componen esta primera fase, Egipto e Irán parecen condenadas a la eliminación salvo gran sorpresa frente a la pujanza de los anfitriones, Francia, Brasil y Serbia. Irán es el primer rival y, teóricamente, flojo rival de España. precisamente este sábado (22:00h, Cuatro).
El equipo galo llega con la vitola de vigente campeón continental, tras imponerse el verano pasado en el Eurobasket de Eslovenia, pero lo hace con la ausencia de sus mejores jugadores, Tony Parker y Joakim Noah, por lo que tendrá complicado volver a repetir aquella magnífica actuación.
Por contra, Brasil sí ha logrado reunir a todas sus estrellas en la NBA y quiere quitarse la espina de Londres 2012, cuando cayó en cuartos de final, y reverdecer viejos laureles, ya que no gana una medalla desde 1978. El rendimiento de Tiago Splitter, Anderson Varejao o Marcelinho Huertas será clave en la trayectoria 'canarinha'.
Además, Serbia tiene ganas de volver a brillar en una gran competición internacional amparada en el liderazgo en el banquillo de Sasha Djordjevic, que viene de protagonizar una sonora bronca sobre la cancha con Vladimir Micov que se ha saldado con la expulsión del alero, muestra del eterno carácter balcánico que, en su versión positiva, desean encarnar Milos Teodosic o Nenad Krstic.
Por último, Lituania, vigente subcampeón continental, se antoja como principal favorita en un grupo D que está condenado a cruzarse con el de Estados Unidos y que compartirá con Australia, Eslovenia, México, Angola y Corea. El flamante Gran Canaria, construido para la ocasión, será el escenario de estos enfrentamientos.